Nuestra meta como cristianos es ser más como Jesucristo. Debemos amar a Jesús—adorarle porque Él es Dios, creer en Él porque es nuestro Salvador, y obedecerle porque es nuestro Señor y Ejemplo. Si amamos a Jesús, entonces vamos a amar Su Palabra la Biblia, porque nos dice de Dios, nos dice cómo podemos ser justo delante de Él, y nos dice cómo debemos vivir. Si amamos a Jesús y Su Palabra, entonces vamos a amar a Su iglesia. ¿Por qué debemos amar la iglesia? Primero, amamos la iglesia porque Dios la ama.
- Dios formó el concepto de la iglesia (Efesios 3:1–6).
- Dios es el Dueño de la iglesia (1ª Corintios 3:9).
- Dios compró la iglesia a costa de la vida de Su Hijo (Hechos 20:28).
- Dios protege la iglesia (1ª Corintios 3:16–17).