La primera epístola de Pedro fue escrita por el apóstol Pedro (1:1), a creyentes (1:2, 3, 8-9) dispersados por Turquía (1:1). Estos cristianos gentiles eran antes paganos
(1:14; 4:3–4), pero ahora sufrían persecución por causa del Nombre de Cristo (4:12).
Pedro les escribió para consolar a los creyentes que pasaban por persecución con la verdad del evangelio y para animarles a vivir conforme al evangelio a pesar de las pruebas. El mensaje de la epístola es que dentro del sufrimiento, el evangelio nos consuela y nos dirige.
Especificamente, 1ª de Pedro nos enseña que el evangelio nos dirige a:
- esperar de una vida más allá de ésta (1:1–12)
- vivir en santidad (1:13–21)
- amar a los demás (1:22–25)
- crecer en buenas obras (2:1–3:7)
- sufrir con paciencia (3:8–22)
- tomar en serio la vida cristiana (4:1–11)
- confiar en Dios dentro de los sufrimientos (4:12–19)
- humillarnos (5:1–14)