En la Biblia vemos que para Dios nada es imposible y que Jesús es Dios porque Él hizo lo imposible alimentando a más de cinco mil hombres con solo cinco panes y 2 peces. Pero también veremos que el ministerio principal de Jesús no era ser el “rey de la prosperidad ni el pionero en luchar contra la hambruna mundial”. Más bien, Jesús vino al mundo para dar vida eterna; la cual sólo Dios puede dar y la cual se obtiene (por gracia) al creer que Jesús es el verdadero Dios y única la persona que nuestras almas necesitan para ser librados del pecado y vivir para siempre.
Jesús se ofreció a sí mismos como el pan del cielo, «Yo soy el pan de vida» (vv. 48-51). Jesús ofreció Su vida en la cruz para dar vida eterna a aquel que cree, y la pregunta ahora es la siguiente: ¿Vas a ser de los que volvieron atrás y dijeron “dura es esta palabra ¿Quién las puede oír?” (vv. 60,66)? o ¿vas a ser de los que dicen: ¿a quién iremos?, Señor, sólo tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente (vv. 68,69), y por tanto, vivimos por esta verdad y no alimentamos cada día de esta verdad?
Te invito a escuchar este audio y recordar algunas cosas que los discípulos de Jesús necesitamos escuchar, y también te invito a escuchar una vez más el ofrecimiento que Jesús hace a todos los hombres; la vida eterna.