Unas definiciones
- El Dios soberano ocupa el lugar de máxima autoridad y poder, libremente llevando a cabo su voluntad sin impedimento.
- El Dios bueno es perfectamente justo y bueno, siempre haciendo lo mejor en todo.
- Si Dios fuese bueno pero no soberano, sería un ancianito amable pero sin poder hacer nada. Si Dios fuese soberano pero no bueno, sería un genio malvado, un monstruo horrible y temible.
¿Cómo podemos conocer a este Dios soberano y bueno? El único camino a Dios es Jesuscristo, el Hijo de Dios que nos revela al Padre (Juan 1:1–14).