VIVIENDO COMO CIUDADANOS DIGNOS DEL EVANGELIO DE CRISTO OBEDECIENDO EL LLAMADO A LA SANTIFICACIÓN Y AL GOZO
REPASEMOS


TEXTO BÍBLICO

EXPLICACIÓN DEL TEXTO
¿Qué está haciendo el autor en estos versos?

¿Qué debemos recordar al leer estos versos?






¿Qué es la santificación y cómo se relaciona con este pasaje?



Una pregunta necesaria:

¿Cómo quitamos de entre nosotros las murmuraciones y contiendas? Esta es una muy buena pregunta, sobre todo porque a los hombres nos es muy fácil murmurar, y por esta razón «no es fácil dejar de hacer lo que nos es tan fácil hacer».
No sé si lo habían pensado ya, pero los seres humanos naturalmente siempre estamos murmurando, siempre descontentos, siempre inconformes con algo o con quien, y somos buenos para el chisme porque esa es la manera de poder expresar nuestro orgullo y opiniones injustas. Y, de hecho, no es por nada que leemos en el libro de Proverbios, que el sabio dice en dos oportunidades (18:8; 26:22) que “las palabras del chismoso son como bocado suave”; son como un plato delicioso, ideal para compartir de casa en casa cuando se visitan los cristianos.

Sin embargo, el punto de Pablo aquí es el siguiente: No se lleven ese aperitivo a la casa ni a las vidas de sus hermanos, que no se sirvan del platillo de las quejas en nuestra iglesia, y ni siquiera pretendan sostener en sus manos las murmuraciones; no lleven el bocado de las murmuraciones a sus manos. Y la forma de logarlo es, tal como dice el verso 16, en lugar de considerar el rumor, aferrarse de la palabra de vida. Esa es la forma de no sentir atracción por el pecado de la murmuración y el chisme; sosteniendo firmemente la Palabra de Dios que da vida con el propósito de vivir según sus dichos y compartir con otros el mensaje del evangelio que da vida a todo aquel que cree. De esa es la manera los creyentes se santifican.

Hermanos, “Gozaos y regocijaos también vosotros conmigo”, pero no lo hagan buscando un gozo temporal y frágil como el que el mundo ofrece, más bien encuentren su gozo en el Señor; imitando el ejemplo de humildad de Cristo y obedeciendo la Palabra de Dios. Y en cuanto a las relaciones dentro de la iglesia, hagan todo sin murmuraciones ni discusiones.

Pablo sabía muy bien que Dios no solo le había dado a los creyentes la gracia de creen en Jesús sino también la gracia de sufrir por Su causa, y junto con ello, Pablo también sabía que ese sufrimiento por la causa de Cristo no era en vano; avanzar el evangelio en un mundo tan torcido y malo no es en vano, edificar a la iglesia de Cristo ayudándoles a obedecer a Cristo no es en vano, animar a sus hermanos en medio de las oposiciones de los adversarios no es en vano, exhortar a sus hermanos a la obediencia aun cuando hay conflicto orgullo, vana gloria, y murmuraciones entre ellos, no es en vano. Y por tanto, dice Pablo, aunque tenga que seguir sufriendo por cada una de estas causas, y aunque yo mismo tenga que ser derramado con ofrenda a Dios sobre el sacrificio y servicio de fe de los filipense, lo haré sin duda. Si mis sufrimientos por la causa de Cristo unidos a los suyos, sirven para la causa del evangelio y la edificación de los santos, entonces ¡Me entrego con gozo!, dice el apóstol: me gozo y me regocijo con todos ustedes, y ahora ustedes también gócense y regocíjense conmigo.
Ahora bien, lo más increíble, hermanos, es que este último llamado del apóstol no viene desde la comodidad de su casa, sino que el contexto de las palabras de Pablo vienen desde la cárcel misma, y estando allí, les pide a sus hermanos que también estaban padeciendo persecución por los incrédulos, que tengan un gozo que no depende de las circunstancias sino que depende de Cristo, y de la obra que el Espíritu Santo produce en todos los creyentes que guardan la unidad y la koinonía en el evangelio. “Gozaos y regocijaos también vosotros conmigo”, pero no lo hagan buscando un gozo temporal y frágil como el que el mundo ofrece, más bien encuentren su gozo en el Señor; imitando el ejemplo de humildad de Cristo y obedeciendo la Palabra de Dios. Y en cuanto a las relaciones dentro de la iglesia, hagan todo sin murmuraciones ni discusiones.