El Temor de Jehová

Mientras leemos el Antiguo Testamento, encontramos varias frases y conceptos que son importantes para entender. Hemos visto antes que los pactos de Dios son fundamentales para entender el AT, porque funcionan como la columna del AT, con todas las narrativas colgando de ellos. Si los pactos son la columna, el temor de Jehová es el corazón del AT. Es el motor que impulsa toda la vida de los santos veterotestamentarios.

¿Qué es el temor de Jehová?

Podemos definir el temor de Jehová así: es conocer a Dios y responderle como corresponde.

Proverbios 3:7 nos dice que no seamos sabios en nuestra propia opinión, sino que temamos a Jehová y nos apartemos del mal. En otras palabras, el temor de Dios es una cosmovisión en la cual Dios está en el centro. Hay un reconocimiento de quién es Dios, de que él es el Soberano sobre todo y, después de eso, de que debemos vivir de una manera que corresponde.

Eclesiastés 12:13 resume el libro diciendo que el todo del hombre es temer a Dios y guardar sus mandamientos. Podemos ver que el temor de Jehová es está en el centro de la vida. Significa lo más importante al vivir bajo la soberanía de Dios. Si entendemos quién es Dios, viviremos en obediencia a sus mandamientos.

Proverbios 9:10 nos dice que el temor de Jehová es el principio de la sabiduría, o sea, conocer a Dios es fundamental para vivir correctamente bajo la soberanía de Dios. Para vivir en el mundo que Dios ha creado, uno tiene que reconocer que el mundo es de Dios, que Dios es el Soberano sobre todo y que es necesario vivir según sus demandas y mandamientos.

En el Salmo 19, David enumera las bendiciones de la revelación de Dios: su ley, su testimonio, sus mandamientos, su precepto, su temor y sus juicios (vv. 7–9). Según el paralelismo de la poesía hebrea, entendemos que estos seis conceptos señalan la misma idea: sin conocer a Dios y lo que exige de nosotros, no podemos vivir con bien en su mundo. Por otro lado, si conocemos a Dios por medio de su revelación y vivimos en una manera que corresponde, tendremos vida, seremos sabios, alegres, alumbrados, etc.

Por eso, podemos concluir que el temor de Jehová es conocer a Dios y responderle como corresponde. Primero, uno debe conocer a Dios, lo cual solamente es posible por medio de la revelación de Dios de sí mismo. Segundo, tenemos que creer esas informaciones sobre Dios, y no solamente acumular hechos. Debemos reconocer a Dios como Dios, y no como un dios que hemos inventado, sino el Dios que se ha revelado a sí mismo. Tercero, este conocimiento de Dios cambiará nuestra forma de vivir. Si creemos que Dios es soberano y bueno, le obedeceremos con gozo y nos someteremos a él con agradecimiento. Así es el temor de Dios.

El temor de Dios no es miedo a Dios

Tenemos que entender que el temor de Dios no es miedo a Dios. Es verdad que Dios es grande y majestuoso y provoca la admiración de su grandeza. Como cristianos, los que estamos en Cristo, no le tenemos miedo a Dios porque nos acercamos a él en el nombre y en la justicia de Jesús (Hebreos 10:19–22). Si no fuese por Cristo, tendríamos miedo al juicio y la ira de Dios, pero en Cristo, nos acercamos con confianza a su presencia.

A continuación, vamos a repasar varias citas del AT para ver cómo es el temor de Jehová en sus contextos. Podremos ver qué es conocer a Dios, adorar a Dios, obedecer a Dios y es el fundamento de la verdadera sabiduría.

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