1ª de Pedro 5:1–14: sufrir al andar en humildad

Pedro escribe esta carta pastoral para animar a los hermanos en las regiones de Asia Menor, quienes sufrían persecución. Pretende ayudarles a responder la duda, ¿Cómo viven los cristianos cuando se prueba su fe? Son tres conceptos fundamentales que se entrelazan en el libro: santidad, sumisión y sufrimiento. Estas ideas forman las tres secciones mayores del libro.

Suframos como cristianos, haciendo el bien (3:8–22)

Suframos como cristianos, siguiendo a Jesús (4:1–19)

Suframos como cristianos, andando en humildad (5:1–14)

Andar en humildad en la iglesia (5:1–5)
Pedro se dirige a los ancianos de las iglesias, rogando que pastoreen la grey de Dios humildemente (5:1–3). Es la grey de Dios, y su responsabilidad es pastorear esa grey al cuidar de ella. Ahora los ancianos pastorean la grey, y tienen la expectativa de recibir una corona del Príncipe de los pastores cuando venga (5:4). La iglesia a su vez, debe someterse a sus líderes, cubierta en humildad (5:5).

Andar en humildad delante de Dios (5:6–11)
La humildad no es denigrarse a sí mismo, sino reconocer quién es Dios y quiénes somos delante de él. Para vivir en humildad, debemos reconocer la soberanía de Dios (5:6–7) y confiar en él en las pruebas. Debemos reconocer nuestra debilidad (5:8–9) y confiar en Dios («firmes en la fe») para resistir nuestro adversario. Debemos reconocer la gracia de Dios (5:10–11) en el pasado, el presente y el futuro. En toda la epístola, Pedro nos dice que nos mantengamos firmes en esta verdadera gracia de Dios (5:12).

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