Pidiendo la Sabiduría: Proverbios 29:1

Dios, ayúdanos a reconocer nuestro pecado, y sabiamente alejarnos de el.

Proverbios 29:1

El hombre que reprendido endurece la cerviz
De repente será quebrantado, y no habrá para él medicina.

Lo que ser intenta comunicar aquí es el orgullo, insensatez, terquedad, necedad de una persona que en lugar de aceptar la verdad acerca de su condición natural, la cual es debil y caída (por lo cual peca), se empecina en creer y hasta defender que no tiene pecado, ya sea que fuese sorprendido en el pecado, o se visualizó un pecado en esta persona. Esta idea describe a alguien que en su corazón y mente piensa que hace todo correcto, se rehusa a la idea que puede hacer algo malo, de hecho, esa idea, es decir de ser reprendido por algún pecado cometido, no tiene cabida en su corazón, y rechaza no solo las fieles heridas del que ama, sino la verdad que dice “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros…. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros” (1 Juan 1:8,10).

Ahora, también es posible que esta persona acepte internamente que comete ciertos errores, pero el problema se generá cuando alguien se lo hace ver, en otras palabras, no es posible que alguien me diga que yo hago algo equivocado y cuando esto pasa rechaza las heridas del que ama, y de hecho abraza los inoportunos besos del que aborrece (Proverbios 27:6 paralelismo contrastado). En palabras simples, puede aceptar para si mismo que comete errores, quizás si, quizás no, pero su corazón se pone como piedra si alguien le dice que cometió un error. El orgullo es algo que tiene mayor fuerza, tiene preeminencia en la vida de esta persona, y en lugar de decir “Gracias, tienes razón, y perdona”, se niega a aceptar la verdad. Sin embargo, el proverbio nos señala que esto es una completa necedad en el mundo que Dios creo por la idea que viene a continuación.

En esta segunda idea, no existe un contraste a la anterior idea que se analizó, la frase no dice “pero que luego se arrepiente” ni tampoco dice “aunque después es quebrantado”, por lo que aquí no tenemos un paralelismo contrastado. Tampoco esta idea es sinonima de la anterior, no dice por ejemplo “y se empecina en no aceptar su equivocación, o error” o “tampoco recibe de buena manera las cosas que mal hace”. En este ejemplo del Proverbio 29:1 podemos ver que se añade una idea sobre otra, es decir se complementa la primera idea indicando que la persona por esta forma de proceder, actuar, reaccionar será arruinada, devastada, asolada y no habrá forma de remediarlo. En este ejemplo podemos ver que el paralelismo es sintetico. Recordemos que para este caso se construye una idea sobre otra, lo cual podemos ver en este ejemplo.

Cómo aplicamos este proverbio a nuestra vida:

  • Comunión con Dios. La manera que tenemos de conocer a Dios, Su carácter, lo que le agrada y lo que aborrece, es mediante la comunión con Él mediante el estudio de las Sagradas Escrituras.
  • Tenemos tres ancianos que están siempre disponibles para escucharnos, para guiarnos; Están para ayudarnos, no para condenarnos, sino para alentarnos, para cuidadosamente reprendernos, y guiarnos hacia Jesús. Acerquemonos a ellos, comentemosles lo que estamos pasando, no esperemos a estar en el precipicio cuando la situación ya es muy adversa, más bien seamos sabios para que nos ayuden a tomar buenas desiciones.

Dios, ayudame a reconocer mi pecado, y sabiamente alejarme de el.

search previous next tag category expand menu location phone mail time cart zoom edit close