Evangelio según Marcos 1:40-45

INTRODUCCIÓN

Dentro de ese ministerio de predicación y de enseñanza; dentro de ese contexto de exposición de la verdad, es que los milagros y la expulsiones de demonios y las sanación tuvieron su lugar. Ya que el propósito específico de estos milagros eran dar credibilidad al mensaje que Jesús predicaba, y autentificar que Él es el Cristo, Señor y Rey prometido a Israel, de modo que cuando decía: Arrepentíos y creed al evangelio, lo decía con autoridad y verdad del mismísimo Hijo de Dios; el Cristo, el Señor y Rey.

LAS OBRAS DE JESÚS DAN TESTIMONIO DE SU PERSONA Y LA AUTORIDAD DE SU MENSAJE

¿Pueden notar en este texto que Jesús hacía todas estas obras para que las mismas obras dieran testimonio de quién es Él? ¿Quién es Jesús? ¿Pueden ver en este texto que las obras milagrosas autentificaban el mensaje de Jesús y Su poder y autoridad divina?

¿A qué tipo de enfermedades se enfrentaba Jesús específicamente? Ya dijimos que Jesús sanó diversas enfermedades, pero ¿Qué milagros específicos hacía Jesús con los cuales demostraba Su autoridad como Señor y Maestro?

MARCOS 1:40-45
JESÚS TIENE MISERICORDIA DE UN LEPROSO

¿Qué es la lepra?

¿Qué implicaba ser leproso?

EXPLICACIÓN MARCOS 1:40-45

Imagínense lo terrible que era para el hombre vivir con Lepra: Enfermo, aislado, desaliñado, rechazado, gritando a todos “no te acerques soy inmundo”. Imagínense cómo debió ser vivir con el dolor propio de la enfermedad y el peso emocional, espiritual y social que esta enfermedad conllevaba; sabiendo que la gente te llamaría pecador en dondequiera que vayas, y que tu única esperanza es la piedad de Dios.

REFLEXIÓN SOBRE LA MISERICORDIA DE JESÚS

#1 Cuidado con mal entender los milagros de Jesús

#2 El sentido correcto del milagro de Jesús: Su Misericordia

#3 Ilustración del Pecado

APLICACIÓN – DIOS EXTIENDE SU MISERICORDIA PARA SALVAR A PECADORES

Jesús sigue extendiendo misericordia para todo aquel que, arrepentido de sus pecados, ruega perdón por sus pecados. Jesús sigue salvando a los que creen en Él con arrepentimiento y fe.

Quizás no sea el deseo del Señor Jesucristo sanar una enfermedad que estés padeciendo. ¿Puede hacerlo? Sí, ¿quiere hacerlo? No lo sabemos. Pero lo que sí sabemos, por el testimonio de Dios en las Escrituras, que Dios quiere nuestra salvación (2 Pe. 3:9; 1 Ti. 2:1). Dios quiere que pecadores vayan a Él llorando su perdición y rogando por su salvación, y el Señor es misericordioso para salvar. Dios salva los que se acercan a Él por medio de la Fe en Jesús. Por tanto, yo te animo hoy, busca a Jesús, ruega a Él por misericordia, y pide que limpie tu corazón del pecado que te está guiando a la muerte eterna. Tu principal problema no es la lepra. Tu principal problema no es la enfermedad que te aqueja. Tu principal problema es el pecado que te expone a la perdición eterna. Y si el Espíritu Santo te ha revelado también esta verdad hoy ora ahora mismo a Dios, rogando por medio de Jesús que te salve y que te limpie de tu pecado, pide al Señor misericordia.