Éxodo 19:9–25
Éxodo 19:9-25 es un pasaje fascinante donde Dios se reveló a sí mismo y su gloria espectacular cuando bajó al Monte Sinaí para darle a su pueblo la Ley. En este texto, nos enfocamos en dos atributos de Dios.
- El primer atributo de Dios es su Trascendencia. Esta es la distancia entre Dios y su creación y criaturas debido a su santidad y grandeza. Dios está separado de todo lo que ha hecho.
- El segundo atributo de Dios es su Inmanencia. Esta es la cercanía y la disposición de Dios para relacionarse y comunicarse con Sus criaturas.
En Éxodo 19, el pueblo de Dios estaba aprendiendo lo que se requiere para entrar a la presencia de Dios. También debemos tener cuidado de cómo lo adoramos. Como cristianos, no necesitamos venir al Monte Sinaí, pero como Hebreos 12 nos dice, hemos llegado a una montaña diferente (Monte Sión) a través de un mediador mejor, quien es Jesucristo. Cuanto más aprendemos y experimentamos Su inmanencia, la intimidad que tenemos con Dios a través de Cristo, más reconocemos y nos maravillamos de su trascendencia (Su santidad y separación de Su creación). En Jesús, el Dios trascendente es inmanente. El Dios trascendente es inmanente a través de la persona de Su Hijo, Jesucristo.