El libro de Deuteronomio, el quinto y final libro del Pentateuco, saca su nombre de una palabra griega que signfica «seguna ley.» El libro tiene como propósito repetir la ley de Dios para la segunda generación de Israel que estuvo al punto de entrar en la tierra prometida. El tema principal de Deuteronomio enfatiza la necesidad de obediencia a la ley de Dios desde el corazón. Dios quería que su pueblo, la nación de Isael, no solamente le obeciera, sino también le amara.
En el libro de Deuteronomio, Moisés nos presenta con tres vistas:
- Hacia el pasado: recordar la fidelidad de Dios con Israel (1:1–4:43)
- En el presente: recapitular el pacto que Dios hizo con Israel (4:44–26:19)
- Hacia el futuro: repasar los requisitos de Dios para Israel (27:1–34:12)
Deuteronomio es significativo porque resume todo el contenido del Penteteuco, y forma la base para los libros históricos, los cuales cuentan cómo los israelitas obedecieron (o no) la ley de Dios. Los libros poéticos se centran en la vida sabía que teme a Jehová, el cual radica en el libro de Deuteronomio. Los profetas siempre llaman a Israel a arrepentirse y volver a la ley de Deuteronomio, y los juicios que anuncian tienen el libro de Deuteronomio como respaldo. En este sentido, se puede decir que el libro de Deuteronomio es el resumen y el microcosmos de todo el Antiguo Testamento. Por eso, podemos identificar y buscar cuatro temas en Deuteronomio (y en todo el AT):
- El carácter de Dios: en primer lugar es una revelación de Dios mismo
- Las bendiciones de la tierra prometida: basadas en el pacto que Dios hizo con Abraham y sus descendientes
- La necesidad de obedecer y amar a Dios: temer a Dios
- Los peligros de la idolatría: basados en el pacto que Dios hizo con Israel en el monte Sinaí