La semana pasada aprendimos que el Salmo 4 era para ser tocado con instrumentos de cuerda. Nuestro salmo hoy, el salmo 5, era para ser acompañado por flautas. Como el salmo 4, el salmo 5 pertenecía a una colección de los salmos de David o de los salmos dedicados a David, y un lamento individual con oraciones pidiendo protección.
Este salmo está lleno de aliento para aquellos que sufren adversidades en sus vidas. Si el salmo 4 era una oración vespertina, entonces el salmo 5 es una oración para la mañana de un nuevo día. (v. 3)
El salmo comienza con una oración para la justicia de Dios v. 1-3
El autor se acerca a Dios con confianza en oración. Se dirige a Jehová como Rey mío y Dios mío. Dios, quien es el creador y el Señor de todos, también es alguien a quien uno se puede acercar en una manera personal, como conocido y amado. El salmista se dirigió en oración a Dios, no a un rey humano, porque Dios era el Señor absoluto y el único que podía responder a la oración. Recordando el contexto de la adoración del Antiguo Testamento, los israelitas necesitaban preparar sacrificios en el templo para buscar el perdón de los pecados y el acceso a Dios.
La mañana simboliza una renovación de los actos de amor de Dios. Lam 3:22-23 “Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.”
El salmista buscó al Señor en oración porque sabía que Dios no lo abandonaría. Es con este fin que presentó sus peticiones a Dios. Durante el día esperó ver lo que el Señor haría por él.
V 4-6 el autor comparte la naturaleza de aquellos que no pueden entrar en la presencia de Dios.
El Dios de Israel odiaba el pecado en cualquier forma. El salmista deja en claro que Dios odia el pecado y al pecador y que no pueden estar en la presencia de Dios. Las personas malvadas en este salmo incluyen «los insensatos«, «los que hacen iniquidad«, «mentirosos» y «el hombre sanguinario y engañador«. Se presentan como aquellos que no pueden estar en la presencia de Dios. Conociendo la naturaleza de Dios y sus implicaciones para el mal, el salmista se examina a si mismo mientras lleva su oración a Dios (vv. 7-9).
La entrada del salmista en la presencia de Dios no se basó en su propio mérito, sino más bien por la abundancia de la misericordia de Dios. Otra forma de decir esto es que fue solo la gracia de Dios y el amor de pacto hacia su pueblo lo que hizo posible la entrada a su santa presencia.
En la sección final de este salmo (vv. 10-12), el autor oró por la destrucción de los malvados debido a la falta de preocupación por Dios y sus leyes.
El autor ora para que triunfe la justicia del Señor. Los actos justos de Dios que conducen a la convicción y la destrucción de los impíos le dan al autor una razón para regocijarse en su justicia perfecta.
Todo el salmo encuentra su foco en la fe declarada en el último versículo (v. 12). “Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; Como con un escudo lo rodearás de tu favor.”
Su oración tenía dos peticiones: “Ayúdame y arruínalos.” Era una oración de confianza que un Dios justo lo protegería y trataría con justicia.
El Salmo 5 nos ofrece la verdad sobre nuestro Dios justo, pero también comparte con nosotros cómo es el hombre sin Dios. Los hombres sin Dios son mentirosos, hacen maldad, insensatos, engañadores y hombres sanguinarios. El cristiano puede dar a conocer sus necesidades a su Padre celestial en el nombre del Hijo. Incluso cuando parece no haber respuesta, es posible aferrarse a la afirmación de que Dios es justo (v. 8).
El lamento del salmo 5 es una expresión de una gran necesidad del salmista. Se expresa con sonidos y palabras audibles. Él sabe que el Señor escucha tanto los pensamientos internos como las oraciones en voz alta. Cuando oramos en el nombre de Jesucristo, el Espíritu de Dios nos ayuda a orar.
Rom 8:26-27 “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.”
El salmo lleva al adorador a la presencia de Dios (v. 7) y a una profunda comprensión del reinado de Dios sobre las circunstancias de la vida. (v.2)
El cristiano tiene confianza a través de su Salvador para acercarse a Dios. Hebreos 10:19-22 “Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe…”
El día de hoy, nosotros podemos orar a Dios porque tenemos acceso directo al Padre por medio de Jesús (Hebreos 4:13-16). Podemos orar en el nombre de Jesús (Jn. 14.13). El Espíritu Santo nos ayuda en nuestras debilidades e intercede por nosotros (Rom. 8:26).
Podemos orar la siguiente oración de agradecimiento que resume el salmo: “Dios, gracias por tu perfecta justicia y por nuestro acceso a ti a través de Jesucristo.”