Orando los Salmos: Salmo 64

Dios, te encomiendo el futuro

El Salmo 64 es otro lamento individual de David, en que clama a Dios por sus enemigos malignos que le difaman y quieren hacerle daño. Como todos los lamentos, escuchamos una queja inicial, pero al final del salmo, el ruego de David se convierte en alabanza y confianza en la justicia de Dios. David parte dando voz a su queja (v. 1) y finaliza gloriándose en Dios (v. 10).

El salmo fácilmente se divide en dos secciones: lo que los injustos están diciendo (vv. 1–6) y lo que Dios hará (vv. 7–10). Vemos la línea divisoria en el versículo siete con la frase, “Mas Dios…” Hay un gran contraste entre la primera parte del salmo que describe la maldad actual de los enemigos (tiempo presente) y la segunda parte que expresa plena confianza en la justicia venidera de Dios (tiempo futuro).

Lo que los injustos están diciendo (vv. 1–6)

En la primera estrofa, David quiere que Dios lo escuche, lo guarde y lo proteja de las conspiraciones de sus enemigos. Se recalcan las palabras de los malvados, fijémonos en cómo se describe su hablar.

Escucha, oh Dios, la voz de mi queja;
Guarda mi vida del temor del enemigo.
2 Escóndeme del consejo secreto de los malignos,
De la conspiración de los que hacen iniquidad,
3 Que afilan como espada su lengua;
Lanzan cual saeta suya, palabra amarga,
4 Para asaetear a escondidas al íntegro;
De repente lo asaetean, y no temen.
5 Obstinados en su inicuo designio,
Tratan de esconder los lazos,
Y dicen: ¿Quién los ha de ver?
6 Inquieren iniquidades, hacen una investigación exacta;
Y el íntimo pensamiento de cada uno de ellos, así como su corazón, es profundo.

David está asustado por las amenazas de sus enemigos y pide que Dios le guarde y proteja (v. 1). Estos malignos conspiran en contra de David (v. 2), preparando sus acusaciones como espadas afiladas y flechas listas a lanzarse (v. 3). Sus ataques son inesperados porque acechan en secreto para destruir de repente a los íntegros (v. 4). Ponen sus trampas a hurtadillas, esconden sus propósitos y suponen que nadie los ve (v. 5). Buscan diligentemente cómo hacer el mal y suponen que sus conspiraciones contra los justos quedan escondidas (v. 6).

Lo que Dios hará (vv. 7–10)

¿Cómo responde David frente a estas amenazas escondidas? Es interesante leer que, desde este momento, David no habla más de sí mismo, de hecho, se ausenta del escenario. Notemos que su confianza no está en lo que él puede hacer contra sus enemigos, sino en lo que Dios hará.

Mas Dios los herirá con saeta;
De repente serán sus plagas.
8 Sus propias lenguas los harán caer;
Se espantarán todos los que los vean.
9 Entonces temerán todos los hombres,
Y anunciarán la obra de Dios,
Y entenderán sus hechos.
10 Se alegrará el justo en Jehová, y confiará en él;
Y se gloriarán todos los rectos de corazón.

El cambio brusco se destaca por la frase “mas Dios”. David no tiene que defenderse ni atacar a los malvados, porque Dios mismo le defenderá y destruirá a los enemigos (v. 7). Los enemigos pensaron herir a David con sus saetas (vv. 3–4), pero Dios los herirá con las suyas. Creyeron que sus trampas fueron escondidas (v. 5), pero Dios las ve y les pagará con castigos divinos. Pensaron acuchillar a David con las espadas afiladas de su lengua (v. 3), pero Dios hará que se tropiecen por sus propias lenguas (v. 8). Querían que David caminara en temor constante por su emboscada (v. 4), pero Dios les sorprenderá y expondrá su maldad para que todos la vean (v. 8).

Por eso, la gente no temerá a los enemigos que hacen iniquidad sin vergüenza (v. 4), sino temerá al Dios justo. No hablará más de la maldad de los malignos, sino anunciará la obra de Dios (v. 9). Los justos que conocen a Dios se gloriarán y confiarán en Él porque habrá hecho justicia (v. 10).

El salmo 64 es un buen recordatorio que, a pesar de las amenazas de los malvados, Dios hará justicia y todo el mundo le glorificará por ser el Juez todopoderoso. Por eso, podemos y debemos confiar en Dios, porque es el Soberano del futuro. Podemos resumir el Salmo 64 con esta frase sencilla, “Dios, te encomiendo el futuro”.

¿Cómo podemos aplicar el tema principal de este salmo a nuestras vidas?

En primer lugar, debemos aprender del ejemplo de David de cómo respondió a la injusticia de los malvados. No debemos sorprendernos de que los pecadores pecan y buscan más formas para pecar, de hecho, debemos esperarlo. No debemos asustarnos de que los malvados están en contra de Dios y de sus hijos. Debemos ver la injusticia y maldad en nuestro mundo y responder con “pero Dios”. Nosotros también podemos encomendar el futuro a Dios.

En segundo lugar, ¿cómo juzgará Dios a los impíos? Pablo dijo a los atenienses que Dios “ha establecido un día en el cual juzgará al mundo en justicia, por medio de un Hombre a quien Él ha designado, habiendo presentado pruebas a todos los hombres cuando lo resucitó de entre los muertos” (Hechos 17:31). Dios hará justicia por medio de Jesucristo, cuando vuelva a la tierra, no como un bebé en un pesebre, sino como el Juez de toda la tierra.

El Señor Jesús se manifestará “desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder” (2ª Tesalonicenses 1:7–9). Meditando en el Salmo 64, nosotros que estamos en Cristo vemos al Verbo de Dios como se describe en Apocalipsis 19: “De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES” (Apocalipsis 19:15–16).

Hermanos, confiemos en Dios a pesar de la injusticia que vemos hoy en día porque estamos confiados que vendrá el Señor de señores, Jesucristo, para hacer justicia. Podemos encomendar el futuro a Dios.

Preguntas de repaso

  1. ¿Qué género es el salmo 64? ¿Cómo sabes que es así por sus características?
  2. ¿Cuáles contrastes puedes notar entre la primera estrofa (vv. 1–6) y la segunda (vv. 7–10)?
  3.  ¿Cuál es la frase sencilla que resume el salmo?
  4. ¿Ves a los malvados tramando injusticias hoy en día? ¿Suponen ellos que han evitado el castigo? ¿Por qué?
  5. ¿En qué o en quién confías para hacer justicia? ¿Cuándo se hará justicia?
  6. ¿Cómo aplicas este salmo a tu vida hoy día?
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