El contenido y énfasis del Libro de los Hechos se puede resumir en la siguiente frase:

El contenido del capítulo 4:23-31 se puede resumir de la siguiente manera:

En estos versos podemos aprender que:



En cuanto a la oración de la iglesia podemos aprender a:


HECHOS CAPÍTULO 4:23-31
23Y puestos en libertad, vinieron a los suyos y contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho. 24Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay; 25que por boca de David tu siervo dijiste:
¿Por qué se amotinan las gentes,
Y los pueblos piensan cosas vanas?
26 Se reunieron los reyes de la tierra,
Y los príncipes se juntaron en uno
Contra el Señor, y contra su Cristo.
27Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel, 28para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera. 29Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, 30mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús. 31Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.
PREGUNTAS DE REFLEXIÓN
En primer lugar, tal vez nos podemos preguntar los pastores y lideres de esta congregación, ¿Estamos atentos a las amenazas que nos expendemos hoy como iglesia? ¿Estamos en conocimiento de los costos que hoy tiene predicar el evangelio en Chile?
En un sentido podemos ver que los apóstoles Pedro y Juan nos marcan un pauta de liderazgo al darles a conocer a la iglesia la realidad de las amenazas que tiene los creyentes en este mundo. Y si aplicamos este mismo principio, no está demás la pregunta, ¿estamos advirtiendo a la iglesia los peligros? Evidentemente hoy los peligros son distintos a los del primer siglo. Sin embargo, hay peligros, y amenazas. Jesús lo anunció antes: en el mundo tendremos oposición (Jn. 15:20). ¿Estamos compartiendo de esta realidad a nuestros hermanos?
En segundo lugar, tal vez podemos preguntarnos como iglesia, ¿Qué tan acabado es nuestro conocimiento del carácter de Dios, del plan de Dios y del propósito de Dios para la iglesia? Como vemos en texto, la iglesia oró a Dios teniendo un acabado conocimiento de la soberanía de Dios sobre la creación y la historia; y en confianza y dependencia a Él pidió en la misma dirección de la voluntad de Dios en medio de las circunstancias que vivían. Muchas veces cantamos preciosas canciones que hablan de la soberanía de Dios. Y me pregunto, ¿Son solo palabras las que cantamos? ¿O realmente creemos que Dios es Soberano y que tiene poder para ayudar a hacer lo que hoy Dios quiere que hagamos, y eso es predicar su Palabra?
Y como reflexión final, creo que todos podemos ver que, en nuestro país, hemos vivido años de relativa paz y libertad religiosa, pero, con todo lo que está sucediendo en el ámbito político y social, podemos ver que se percibe en el horizonte una creciente ola de amenazas, movientes sociales, y filosofías humanas que tiene como objetivo destruir y trastornar el corazón y la mente de los hombres y de los creyentes de la iglesia. Junto a ello, en nuestro país se está preparando una constitución que abiertamente niega la autoridad de Dios y las Escrituras. Y yo sé que muchos de nosotros están muy preocupados por esta realidad; y, tal vez, algunos no tienen idea de estas amenazas. Sin embargo, hoy hemos visto el ejemplo de lo que Dios quiere que nosotros hagamos en la era que vivimos. Y eso que Dios quiere es hablemos de Cristo y que oremos a Él, diciendo: “Señor mira las amenazas, y ahora, en cuanto a mí, dame valor para predicar tu Palabra”.
PARA HACER EN FAMILIA


