Evangelismo en el Libro de los Hechos: Capítulo 8 (parte 2)

SERMÓN EN AUDIO

El contenido y énfasis del Libro de los Hechos se puede resumir en la siguiente frase:

El contenido del capítulo 8:26-40 se puede resumir de la siguiente manera:

HECHOS 8:26-40

²⁶Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto. ²⁷Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar, ²⁸volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías.²⁹Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro. ²⁷Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar, ²⁸volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías.²⁹Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro. ³⁰Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees? ³¹El dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él.  ³²El pasaje de la Escritura que leía era este:
Como oveja a la muerte fue llevado;
Y como cordero mudo delante del que lo trasquila,
Así no abrió su boca.
³³  En su humillación no se le hizo justicia;
Mas su generación, ¿quién la contará?
Porque fue quitada de la tierra su vida.

³⁴Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: ¿de quién dice el profeta esto; de sí mismo, o de algún otro? ³⁵Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús. ³⁶Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? ³⁷Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. ³⁸Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó. ³⁹Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino. ⁴⁰Pero Felipe se encontró en Azoto; y pasando, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea.

En estos versos podemos aprender que:

PARA REFLEXIONAR

Luego de este estudio, una de las primeras cosas que debemos considerar es que es Dios quién soberanamente prepara el escenario para salvar a pecadores, y él mismo ha determinado usar a su iglesia como instrumentos para la predicación del evangelio. Hermanos, nada de lo que sucedió aquel día cuando Felipe y el etíope se encontraros fue casualidad. Nada. Incluyendo el hecho de que Dios quería que uno de sus discípulos hablara de Cristo a ese hombre confundido. Por tanto, que no nos quepa duda: Es Dios quién soberanamente prepara el escenario para salvar a pecadores, y él es también quien ha determinado usar a su iglesia (a ti y a mí) como instrumentos para la predicación del evangelio.

En segundo lugar, y muy relacionado con lo anterior, es que, uno de los métodos que Dios usa para llamar a pecadores al arrepentimiento es la evangelización personal. Hermanos, como recordarán, ya habíamos visto en varias ocasiones como Pedro, Juan, los apóstoles, Esteban, y ahora Felipe, tuvieron diversas oportunidades de predicar a multitudes. Sin embargo, esa no es la única forma de evangelizar, sino que Dios también tiene el cuidado de hablar personalmente Su palabra, a quién él quiere, por medio de la predicación personal de los discípulos de Cristo. En este texto usó a Felipe, quién recorrió 100 kilómetros para encontrarse con un solo hombre en el desierto. Bueno. Hermanos, Dios también quiere utilizarnos a nosotros para que hablemos el evangelio personalmente a los hombres, quizás no con una misión tan dramática como la de Felipe. Pero de todas maneras Dios quiere utilizarnos, a ti y a mí, para la evangelización personal de las personas que están a nuestro alrededor. Por tanto la pregunta para nosotros es: ¿Y estamos orando por ello? ¿Estamos trabajando en aquello?
Si su respuesta es: «No, hermanos, porque yo no ha recibido un llamado directo como el de Felipe». Si su respuesta esa, entonces, hermano amado, sepa que Jesucristo sí le ha llamado a predicar, y le habla directamente, cada vez que leemos en SU Palabra que el Señor le dice a Su iglesia: “Id por todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura”. Esta es palabra del Señor, para ti y para mí.

Y, finalmente, si fijamos nuestros ojos en el ejemplo de Felipe, entonces creo que todos nosotros debemos crecer en cuanto a nuestra obediencia y fidelidad al Señor. ¿Y por qué? Bueno, porque en el caso de Felipe, fue por buen testimonio de obediencia y fidelidad al Señor lo que en primer lugar le dio oportunidad de servir en la iglesia como uno de los 7 diáconos. Luego, fue por su obediencia y fidelidad al Señor lo que, en segundo lugar, le dio oportunidad de servir anunciando el evangelio de la gracia en las regiones de Samaria, Gaza, y Cesarea. Y, por último, fue por su obediencia y fidelidad al mandato del Señor que Dios le dio la oportunidad y tremendo privilegio de ser parte del plan redentor de un hombre etíope, como predicador del evangelio. Dios le dio la oportunidad a Felipe de estar allí, en el mismo escenario de la conversión de un pecador.  

Y, hermanos, ¡Qué tremendas bendiciones son las se obtienen por ser obedientes y fieles al Señor! De verdad, no hay cosa más hermosa que estar allí cuando el Espíritu Santo abre el entendimiento de un pecador para que en este resplandezca la luz del evangelio, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. Hermanos, ¡Qué hermoso es cuando un pecador, tras oír el evangelio, cree en Jesucristo para salvación y se llena de gozo! ¡Que bendición es estar allí!

Por tanto, nos animo a que seamos obedientes y fieles al Señor. Prediquemos el evangelio de Jesucristo. Y puede ser que el Señor nos conceda la oportunidad de estar allí cuando un pecador confiese con todo su corazón: “Sí, yo creo que Jesucristo es el Hijo de Dios”.