Salmo 104 Dios, te alabo por ser el Creador y Sustentador Soberano de todas las cosas
El salmo 104 es un salmo de alabanza, un himno en el cual se adora a Dios por ser el creador y sustentador soberano de todas las cosas. Recordemos que los salmos de alabanza se caracterizan efectivamente por este motivo, es decir Dios como creador de todo. También están los salmos de alabanza a Jehová el salvador de Israel, a Dios el Señor de la historia, y una colección de salmos que se llamaban «los cánticos de Sion.» En este salmo en particular es muy notorio el enfoque del salmista, el cual desde el versículo 5 al versículo 32 expone a Dios como el Creador y Sustentador Soberano de todas las cosas. El salmo lo podemos expresar en una oración sencilla, como “Dios, te alabo por ser el Creador y Sustentador Soberano de todas las cosas”.
El salmo lo podemos bosquejar de la siguiente manera:
I.- Alabanza introductoria a Dios (Versículos 1-4)
II.- Dios soberanamente establece la tierra y los límites de los mares. (Versículos 5-9)
III.- Dios sustenta soberanamente la naturaleza, los animales y al hombre (Versículo 10-18)
IV.- Dios establece soberanamente las estaciones, y la transición entre el día y la noche (versículos 19-23)
V.- La diversidad de criaturas que Dios formó y que repletan la tierra (Versículos 24-26)
VI.- La dependencia providencial y vivencial a Dios (Versículos 27-30)
VII.- La admiración a Dios y la alabanza eterna (Versículos 31-35)
EXPLICACIÓN DEL SALMO 104
I.- Alabanza introductoria a Dios (Versículo 1-4)
1Bendice, alma mía, a Jehová.
Jehová Dios mío, mucho te has engrandecido;
Te has vestido de gloria y de magnificencia.
2 El que se cubre de luz como de vestidura,
Que extiende los cielos como una cortina,
3 Que establece sus aposentos entre las aguas,
El que pone las nubes por su carroza,
El que anda sobre las alas del viento;
4 El que hace a los vientos sus mensajeros,
Y a las flamas de fuego sus ministros.
Cuando el salmista comienza este escrito, lo único que tiene en su mente y en su corazón es alabar a Dios con todo su ser. Esta alabanza no proviene de una respuesta de oración, o algún favor que él haya recibido por parte de Dios, es una alabanza diferente, la cual proviene totalmente al contemplar a Dios. Cuando el salmista contempla la magnificencia de Dios, su grandeza, su capacidad creadora y creativa, y como Dios sustenta soberanamente o cuida su creación, queda maravillado a tal punto de poner en palabras ¡que todo mi ser alabe a Jehová! De seguro no hay palabras para describir la grandeza de Dios, de hecho hasta las palabras o nuestro lenguaje queda corto para poder explicar lo que Dios es y hace, y esto ocurre con este hombre. El salmista intenta explicar por medio de figuras lo que contempla, y describe la vestidura de Dios, o sus ropajes. También señala que los cielos son como una cortina, las nubes son sus medios de transporte, los vientos no son mas que sus mensajeros, y las llamas de fuego sus sirvientes. El salmista atribuye a una creación con propósito, hecha con sabiduría, no a una creación sin sentido, sino mas bien, que hasta los mismos vientos son mensajeros de Dios, algo que nosotros podríamos hasta considerar sin valor.
II.- Dios establece la tierra y los límites de los mares (Versículo 5-9)
5 Él fundó la tierra sobre sus cimientos;
No será jamás removida.
6 Con el abismo, como con vestido, la cubriste;
Sobre los montes estaban las aguas.
7 A tu reprensión huyeron;
Al sonido de tu trueno se apresuraron;
8 Subieron los montes, descendieron los valles,
Al lugar que tú les fundaste.
9 Les pusiste término, el cual no traspasarán,
Ni volverán a cubrir la tierra.
Desde el versículo 5 al 9, vemos parte del los primeros capítulos de génesis, es decir cuando Dios establece soberanamente la tierra y le pone limites a los mares. En esta sección el salmista aprecia el tremendo poder que tiene Dios, ya que afirma que debido a que Él fundó los cimientos de la tierra, ésta jamás será removida. En otras palabras, si Dios la estableció con Su divino poder, no hay manera que sea quitada. Asimismo, y complementando su pensamiento referente a la tierra, expone que los montes, los valles, y los mismos océanos no están en esos lugares porque sí, más bien que Dios decretó los sitios y limites para cada uno de ellos. Dios soberanamente estableció la tierra y los cielos tal cual los vemos, sus formas, sus dimensiones, sus colores, y los limites a los mares según sus propósitos. Dios no le preguntó a nadie, ni le pidió consejo a alguien para hacer lo que hizo, Dios fue el fundador de todo, el establecedor de todo. Por último, es tremendamente interesante meditar en la sumisión de la creación inerte a la voz de Dios de la cual habla el Salmista; Él habla y el agua huye, al sonido de su trueno sale corriendo, y de acuerdo a los limites que Dios les decretó a los mares hoy podemos verlos en donde están, ni un metro mas, ni un metro menos.
III.- Dios sustenta la naturaleza, los animales y al hombre (Versículo 10-18)
10 Tú eres el que envía las fuentes por los arroyos;
Van entre los montes;
11 Dan de beber a todas las bestias del campo;
Mitigan su sed los asnos monteses.
12 A sus orillas habitan las aves de los cielos;
Cantan entre las ramas.
13 Él riega los montes desde sus aposentos;
Del fruto de sus obras se sacia la tierra.
14 Él hace producir el heno para las bestias,
Y la hierba para el servicio del hombre,
Sacando el pan de la tierra,
15 Y el vino que alegra el corazón del hombre,
El aceite que hace brillar el rostro,
Y el pan que sustenta la vida del hombre.
16 Se llenan de savia los árboles de Jehová,
Los cedros del Líbano que él plantó.
17 Allí anidan las aves;
En las hayas hace su casa la cigüeña.
18 Los montes altos para las cabras monteses;
Las peñas, madrigueras para los conejos.
Desde el versículo 10 al 18, el salmista comienza a exponer cómo Dios sustenta soberanamente todas las cosas de manera increíble. Aquí podemos apreciar el sustento para la tierra, los animales, y el hombre y los detalles que hay en ello. Para el escritor nada es casualidad, nada es porque sí, sino que todo tiene propósito, todo tiene un sentido divino armonioso, desde lo mas pequeño hasta lo mas grande, desde lo seco a lo húmedo, es Dios quien esta detrás de todas las cosas. Al ser Dios el creador, fundador, establecedor de todas las cosas, ÉL tiene toda la autoridad sobre ella, por lo que el salmista señala que Dios no solo tiene la capacidad de crear, sino que también de sustentar soberanamente las cosas que ha creado, y como ejemplo describe desde cosas inanimadas, a animales, y seres humanos; Dios sustenta todo.
IV.- Dios establece las estaciones, y la transición entre el día y la noche (versículos 19-23)
19 Hizo la luna para los tiempos;
El sol conoce su ocaso.
20 Pones las tinieblas, y es la noche;
En ella corretean todas las bestias de la selva.
21 Los leoncillos rugen tras la presa,
Y para buscar de Dios su comida.
22 Sale el sol, se recogen,
Y se echan en sus cuevas.
23 Sale el hombre a su labor,
Y a su labranza hasta la tarde.
Entre los versículos 19 y 23 el salmista describe la capacidad creativa de Dios, donde parte señalando que Dios creó la luna específicamente para marcar los tiempos, en otras palabras, para marcar las estaciones, lo cual se complementa con el conocimiento que le dio al sol de saber cuando esconderse. La noche es noche porque Dios la generó, y es cuando Él mismo les dice a las bestias de la selva que salgan a buscar su alimento, pues Dios mismo se los brinda. Luego Dios le dice al sol que vuelva a ponerse, a las bestias que se recojan, y al hombre que salga a sus labores; todo lo generó Dios por medio de su capacidad creativa. El salmista entiende no solo la creación la cual estaba escrita en el libro de la ley, es decir la creación de la tierra y el cielo, sino que profundiza mucho más su pensamiento al comprender la dinámica de las criaturas de Dios, es decir como es su convivencia y como esta convivencia opera junto con la dinámica en la transición entre el día y la noche, es sinceramente algo fantástico.
V.- La diversidad de criaturas que Dios formó hechas con sabiduría (Versículos 24-26)
24 ¡Cuán innumerables son tus obras, oh Jehová!
Hiciste todas ellas con sabiduría;
La tierra está llena de tus beneficios.
25 He allí el grande y anchuroso mar,
En donde se mueven seres innumerables,
Seres pequeños y grandes.
26 Allí andan las naves;
Allí este leviatán que hiciste para que jugase en él.
En el versículo 24 el salmista llega a un punto donde al contemplar las interminables obras que Dios ha hecho, y la sabiduría que aplicó a cada una, no puede sino adorar y regocijarse en su Dios Creador, Creativo Soberano y Todopoderoso. El salmista no se refiere a la tierra de Israel solamente, o la tierra de los Filisteos, o al norte o al sur, este u oeste, el escrito habla de toda la tierra; la tierra entera esta llena de las criaturas de Dios; ¡Toda la tierra! Posteriormente, luego de apreciar las criaturas y obras de Dios en la tierra, dirige su atención al mar, y contempla otro mundo, lleno de innumerables seres grandes y pequeños, donde también participa el hombre al navegar sobre el mar con sus barcos. Por último, cierra esta descripción citando a una criatura desconocida, al menos en nuestros tiempos, la cual al parecer era una criatura que tenía características particulares al haberlo citado de forma especial llamado Leviatán.
VI.- La dependencia providencial y vivencial a Dios (Versículos 27-30)
27 Todos ellos esperan en ti,
Para que les des su comida a su tiempo.
28 Les das, recogen;
Abres tu mano, se sacian de bien.
29 Escondes tu rostro, se turban;
Les quitas el hálito, dejan de ser,
Y vuelven al polvo.
30 Envías tu Espíritu, son creados,
Y renuevas la faz de la tierra.
En los versículos 27 y 28 el salmista expone la dependencia de todas las criaturas hacia Dios, sin faltar una sola; ninguna sola criatura de la creación sea grande o pequeña, astuta o torpe, lenta o rápida, feroz o mansa, temible o inofensiva es independiente o autosuficiente para conseguir su provisión de cada día, más bien, todas esperan en Dios el cual brinda el alimento en el tiempo perfecto, y de manera bondadosa saciando a todos de bien. En este punto, el salmista implícitamente habla sobre la soberanía que Dios tiene sobre Su creación, puesto que es ÉL quien alimenta o sustenta a todas Sus criaturas, y esto es tremendo debido a lo que el salmista señaló en la sección anterior. En ella, él señala que las criaturas que Dios ha hecho son innumerables, incontables, muchas, sin embargo TODAS ellas esperan que ÉL las alimente, todas esperan en ÉL; Dios esta en el total control de su alimentación. Adicionalmente, en los versículos 29 y 30, el escritor expone que la dependencia a Dios no es solo providencial según el salmista, sino también vivencial, puesto que es Dios mismo quien determina cuándo una criatura muere, o simplemente deja de existir volviendo al polvo. En otras palabras, es Dios quien determina los días de cada una de Sus criaturas, ÉL sabe cuántos días vivirán, sabe el día, el momento, el instante que dejarán de ser. Asimismo, Dios brinda el aliento de vida, teniendo el control total entre la transición de la vida y la muerte, en dar vida y quitarla, renovando así la faz de la tierra; Lo que se expone aquí es sencillamente inexplicable considerando la cantidad de criaturas, formas, colores, tamaños, de las criaturas que el Dios creador de todo efectúa.
VII.- La admiración a Dios y la alabanza eterna (Versículos 31-35)
31 Sea la gloria de Jehová para siempre;
Alégrese Jehová en sus obras.
32 Él mira a la tierra, y ella tiembla;
Toca los montes, y humean.
33 A Jehová cantaré en mi vida;
A mi Dios cantaré salmos mientras viva.
34 Dulce será mi meditación en él;
Yo me regocijaré en Jehová.
35 Sean consumidos de la tierra los pecadores,
Y los impíos dejen de ser.
Bendice, alma mía, a Jehová.
Aleluya.
En esta última sección, y luego de observar, meditar, contemplar, y alabar a Dios, el salmista revela su anhelo de que su alabanza a Dios, la cual fue desencadenada precisamente al contemplarlo, jamás termine, nunca se acabe, sino que sea eterna, y que sea eterna por Su pueblo. Cuando el escritor expresa su deseo de que la gloria de Dios nunca se acabe, está diciendo que no quiere dejar de contemplar a Dios, puesto que al contemplar a Dios, el aprecia la gloria de Dios. En otras palabras, el salmista quiere siempre contemplar a Dios, para ver siempre la gloria de Dios, y así alabar y adorar siempre a Dios. No es que la gloria de Dios tenga un inicio y un final, o que el salmista tenga en su mente el hecho de que esta gloria del Creador tenga un final y no quiere que eso acontezca, sino que en el corazón del escritor está el hecho de que no quiere dejar de admirar la gloria del Señor. De hecho, aún cuando todos los hombres y criaturas de este universo fueran ciegas, aún así la gloria de Dios nunca dejaría de ser; en resumen, esta gloria de Dios que es desencadenada al contemplarlo, es en la que el escritor siempre se quiere maravillar. Adicionalmente, en el mismo versículo 31, el salmista señala que él no es el único que se goza con las obras de Dios, sino que Dios mismo de goza en Sus propias obras, puesto que esto refleja Su gloria, y Dios se goza en Su gloria, puesto que Dios ama Su nombre.
Luego en el versículo 32, el salmista vuelve a centrar su vista en el poder, autoridad, y soberanía del Señor, afirmando que ÉL está en una posición donde no solo puede mirar la tierra entera, sino que al hacerlo, esta tiembla. Asimismo, el salmista señala que si Dios toca los montes, estos humean; la tierra es algo diminuto al Dios Creador. Debido a contemplar todas estas cosas, y de acuerdo a su anhelo y deseo, en los versículos 33 y 34 el salmista se compromete a alabar a Dios, es decir a centrar su vista en nadie más que no sea Dios, comprometiéndose a hacerlo todo el tiempo mientras viva, y confiado que su meditación en Jehová será dulce y llena de gozo. Por último, en el versículo de cierre, el celo por la alabanza a Dios llega a tal punto, que el salmista desea que los pecadores e impíos dejen de existir, puesto que ellos no lo adoran ni alaban, sino que se rebelan contra ÉL, mientras que el escritor termina su escrito alabando, donde lo único que tiene en su mente y en su corazón es alabar a Dios con todo su ser.

Ahora, ¿Cómo podemos aplicar este salmo a nuestras vidas hoy en día?
1.- Alabar a Dios por darse a conocer como Creador por medio de Cristo.
El salmo es de alabanza por ende la aplicación central que nos entrega este salmo es la de alabar a Dios por ser el Creador y Sustentador Soberano de todas las cosas. Lamentablemente, nosotros nunca pudimos disfrutar de hacerlo, ya que debido a nuestra condición pecaminosa (Salmos 51:5) estábamos destituidos de la gloria de Dios (Rom 3:23). Esta condición nunca nos permitió conocerle como Creador (Ef 2:12), condición que solo nos llevaba a rebelamos contra ÉL (Gal 3:10, Rom 1:28), a no apreciarlo (Is 53:3), y aunque éramos Sus criaturas hechas para Su gloria (Rom 11:36), lo único que hicimos fue deshonrarlo (Rom 3:10-18). Sin duda alguna estábamos muertos en nuestros pecados (Ef 2:1), y así como todo el resto de la humanidad éramos por naturaleza hijos de ira (Ef 2:3; Rom1:18) por esta rebelión contra nuestro Santo Creador. “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo. Porque por gracia fuimos salvos por medio de la fe; y esto no de nosotros, pues es don de Dios (Ef 2:4-5;8). Y este don que Dios nos dio, es por el cual entendemos que todo el universo fue formado por orden de ÉL, de modo que lo que ahora vemos no vino de cosas visibles (Heb 11:3).
2.- Alabar a Dios tras contemplar Su palabra Sustentadora.
Una de las ideas principales descritas en este salmo, fue la adoración del salmista al contemplar no solo la capacidad Creadora y creativa de Dios, sino también como ÉL sustenta todas las cosas. Cuando profundizamos en el salmo, visualizamos como Dios sustenta a los hombres, a toda la diversidad de animales, y también a toda la tierra, es decir árboles, plantas, ríos, valles, etc. Ahora cuando Dios se da a conocer a la iglesia por medio de Cristo, y se revela a nosotros de manera especial, nos cuenta como sustenta todas las cosas descritas en este salmo, y es todo por medio de Jesús. La palabra de Dios nos dice que Jesús fue “constituido heredero de todo, y por quien fue hecho el universo; el cual, siendo el resplandor de la gloria de Dios, y la imagen misma de su sustancia, es Quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder” (Heb 1:2-3). Ante esta verdad revelada a nosotros ahora, no podemos sino maravillarnos del tremendo poder, control, potencia, y gloria de nuestro Dios, Quién es capaz de sustentar todas las cosas con Su palabra poderosa.
PREGUNTAS DE REFLEXIÓN
1.- ¿Qué genero es el salmo 104? ¿Qué argumentos tienes para tu respuesta?
2.- ¿Cuál es la frase que resume el contenido del salmo?
3.- ¿Es frecuente en ti alabar a Dios solo al contemplarlo?
4.- ¿Es un ejercicio común para ti meditar en las obras de Dios? En el caso que no, ¿Qué esta impidiendo esa meditación?
5.- ¿Descansas en el hecho de que Dios es tu Sustentador Soberano?
PARA ALABARL AL SEÑOR