TEXTO BÍBLICO







JESÚS SE ENCUENTRA CON DOS PERSONAS MUY DISTINTAS, PERO CON ALGO EN COMÚN:

EN ESTOS VERSOS VEMOS QUE

JESÚS SANA A LA MUJER, Y LE DIJO:

JESUS FORTALECE LA FE DE JAIRO, Y LE DICE:

PARA REFLEXIONAR
Comenzamos este estudio hablando del encuentro de Jesús con dos personas que aparentemente no tenían nada en común. Jairo un hombre de renombre, con dinero y fama, un principal de la sinagoga; y por otro lado, una mujer pobre, enferma, y cuyo nombre no se conoce. Sin embargo, más allá de las diferencias externas, ambas personas tenían mucho en común. (1) Ambas estaban enfrentando un problema que parecía no tener solución alguna. (2) Ambas estaban en el límite de la desesperación, (3) y ambas personas habían vislumbrado que el único quien realmente les podía ayuda era Jesucristo y, por tanto, decidieron confiar en Él y en Su poder.

¿Tienes algo en común con ellos? ¿Con Jairo y la mujer? ¿Tienes un gran problema en tu vida que parece no tener solución?
No sé si lo habías pensado ya, pero tú y yo tenemos también mucho en común con Jairo y la mujer de este relato. Y eso que tenemos en común es que tú y yo también nacimos con un gran problema sin solución. Tú y yo también éramos causas perdidas. Nuestro pecado y condenación eterna era nuestra situación irremediable. Pero, el día de hoy, Jesucristo se ha acercado a la orilla de esta ciudad, Dios ha envió a Su Hijo Jesucristo al mundo para dar solución a nuestro problema más grande de todos, y que es: tu vida y la mía llena de pecados y muerte. ¿Quieres ser libre de tu condición? ¿quieres escuchar del Señor: “hijo, hija, ten paz»?
Entonces acerquémonos a Jesús, vayamos a Él con FE, creyendo en SU poder; creyendo que Él y solo Él nos puede salvar.

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Hermanos, este texto es muy útil para predicar el evangelio a la hora de conversar con personas que están pasando por necesidades que aparentemente no tienen solución. Y si bien, este texto no es una garantía de que el Señor sane todas las enfermedades y resuelva todos los problemas de las personas que se lo pidan, sí es una clara y abierta invitación a conocer y admirar el poder de Jesús, a fin de que el que ya cree fortalezca su fe, y el que no cree se acerque a Jesús, con humildad, con temor, y con Fe en Él.