Evangelismo desde la Biblia: ¿Quién es Jesús?

RECORDEMOS QUE:

LA MALA NOTICIA:

LA BUENA NOTICIA

Jesucristo vino a este mundo para ofrecerse a sí mismos a fin de que mis pecados y los tuyos sean perdonados por medio de la Fe en Él (Juan 3:16). Jesucristo vino al mundo para ofrecer lo que ninguno hombre puede lograr, y es que por medio de Él los hombres podemos alcanzar perdón de nuestros pecados (Ef. 1:7; Col. 1:14).

PERO, ¿QUIÉN ES JESÚS?

Lucas registra en su versión del evangelio un evento muy importante en la vida de Jesús; su nacimiento. El nacimiento de Jesús es un nacimiento extraordinario y de vital importancia para el hombre ya que, en primer lugar, la concepción de Jesús fue un acto milagroso, y la Biblia dice en Mateo 1:18 que María siendo virgen concibió del Espíritu Santo y por tanto, el ser que se estaba formando en su vientre era Santo (Lc. 1:35); es decir, de la misma naturaleza que Dios, libre de la corrupción del pecado y la maldad, lo cual tiene mucha importancia respecto al propósito en el mundo. En segundo lugar, Lucas menciona en los versículos 1 al 7 del capítulo 2 que Jesús nació en una ciudad llamada “Belén”, una ciudad que, por decirle de algún modo, estaba esperando que naciera en ella a quién sería el Señor de Israel, según fue dicho muchos años antes por el profeta Miqueas (5:2). Y en tercer lugar, Lucas señala que el nacimiento de Jesús fue un evento extraordinario porque fue anunciado y celebrado por una multitud incalculable de ángeles y huestes celestiales que alabaron a Dios porque aquel que había nacido en aquella noche en la ciudad de Belén era el Mesías prometido por Dios, el Salvador de Israel, y el único quién podrá salvar a los hombres de su pecado.
Ahora bien, hay varias expresiones en el texto que nos confirman esta identidad de Jesús. Por ejemplo en el versículo 2:10, cuando el ángel del Señor aparece a los pastores anunciando el nacimiento de Jesús y dice el texto: “la gloria del Señor los rodeó de resplandor”; tal cual como se anunciaría el un mensaje proveniente del Rey de reyes en cuanto a la llegada del Rey de reyes.  Luego, dice el ángel a los pastores “les vengo a dar nuevas de gran gozo”; es decir: “les traigo buenas nuevas”; o también: “les vengo a anunciar un evangelio”; una gran noticia para todo el pueblo, y es en la ciudad de David, “les ha nacido un Salvador”, que equivale a: “les ha nacido un redentor; aquel que les rescatará del pecado (Ro. 3:24); aquel que también es: «Cristo el Señor». Esta expresión “Cristo el Señor” tenía un especial sentido para el pueblo de Israel porque “Cristo el Señor” era aquel que vendría a ocupar el trono de David con un reinado eterno (Lc. 1:32), aquel que tendría poder suficiente para vencer la muerte para establecer un reino de perfecta justicia (Ro. 14:9), aquel único en quién los hombres podían esperar la salvación del pecado y la muerte (Ro. 8:1, 34; Hch. 4:12). 

ESTE ES JESÚS:

Y COMO ADORNO DE ESTA GRAN VERDAD, UNA MULTITUD ÁNGELES ALABARON A DIOS EN EL DÍA QUE JESÚS VINO A ESTE MUNDO A NACER, DICIENDO:

POR TANTO…

Mi llamado para ti esta mañana es: Ve a Jesús, cree en Él, y pídele que limpie tu corazón del pecado. Pídele que te libre de la condenación a la cual estás expuesto por causa de tus ofensas contra el Dios Santo, Soberano y bueno. Confía en Jesús con todas tus fuerzas, y entiende que separado de Él nada puedes hacer. Porque en ningún otro hay salvación, solo mediante la Fe en Jesucristo podemos ser salvos del pecado y la muerte.

Hermanos, amigo, visita, hoy no recibirás una noticia más grande y gloriosa que esta: Jesucristo vino al mundo para salvarte del pecado. Hoy es el día de salvación. Cree en Jesús para perdón de tus pecados porque el día viene, y el día llegará, cuando Jesucristo regrese por segunda vez a este mundo, pero ya no como un bebé, sino como el Rey de Reyes y Señor de Señores, pero aquel día no será para salvación sino para juicio, y será demasiado tarde. Por tanto, los creyentes aquí presente te rogamos en el nombre de Cristo: Reconcíliate con Dios mediante la Fe en Jesucristo. Cree en Él y síguele.

PERMÍTENOS ORAR POR TI…

Oh, Padre eterno, Señor Dios todo poderoso, Creador del cielo, de la tierra, y de todo lo que existe. Tú, oh, Señor, eres el único Soberano, Bondadoso, y Santo, Santo, Santo (Ap. 4:8-11).
Nos presentamos ante ti, en el nombre de Jesucristo nuestro único y suficiente Salvador, para pedirte reverentemente: Trae gloria a tu nombre salvando a aquellos que todavía no te conocen (Ef. 1:6, 12,14). Abre sus ojos ciegos y quita la venda que nubla el entendimiento de ellos con la cual no les puede resplandecer la luz del evangelio de la gloria de Cristo (2Cor. 4:4). Obra en sus corazones duros y vivifícalos (Jn. 5:25; Hch. 16:14), porque tuya es, OH Señor, la Salvación.
Padre eterno, utiliza esta predicación y nuestra voces para anunciar el bendito evangelio de Jesucristo, que anuncia que nadie puede salvarse a sí mismos; y que aparte de la obra de Dios y el sacrificio perfecto de Jesucristo, nadie puede ser salvo de sus propios pecados (Hch. 4:12). Sin embargo, tú nos has dado un camino de Salvación en Cristo (Jn. 14:6), y por eso te pedimos a ti y solo a ti, ten piedad de ellos como tuviste piedad de nosotros (Tit. 3:4-7); salva a los pecadores; tráeles de las tinieblas a la luz (1 Pe. 2:9); trae vida a sus corazones cauterizados y muertos para que confiesen con sus bocas y corazones que Jesús es el Cristo y el único Salvador (Fil. 2:10-11) y crean en Él pudiendo contemplar por primera vez en sus vidas la belleza del esplendor de tu gloria en la faz de Jesucristo (2 Cor. 4:6). Háblales, Señor, para que puedan oír tu voz y vivan (Jn. 5:25). Y concédeles este día que puedan sumarse a los millares de ángeles que alabaron una vez, diciendo: “Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres, porque Jesucristo el Salvador vino a este mundo a rescatar mí vida del pecado y de la muerte” (Lc. 2:14).
Te alabamos Señor, a ti y solo a ti, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén (Judas 24-25).