Juan 5: La Autoridad de Cristo

Jesús es Dios porque tiene autoridad para juzgar a la humanidad (Juan 5:22–27).

«Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo» (Juan 5:22).

«…y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre» (Juan 5:27).

Para cimentar bien esta verdad, partamos con lo siguiente: Hacer juicio a los hombres es un derecho que pertenece a Dios, solo Dios. Este atributo de Juez es una prerrogativa o función qué apunta directa y exclusivamente a Dios y podemos ver por medio de la misma Escritura que así es revelado. Como por ejemplo: Salmo 98 y en especial en el verso 9. Un Salmo Real (o Reinado divino, en donde Dios en la figura central del salmo), dice el texto: “Delante de Jehová, porque vino a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia y a los pueblos con rectitud” (Salmo 98:9). Aquí, se nos dice claramente que Dios es el Rey y Juez, y que vendrá a juzgar al mundo con justicia y a los pueblos con rectitud. Y esto claramente los judíos y discípulos qué presenciaron estos echos observando la obra de Jesús, lo sabían y creían, por lo mismo les impactaba o chocaba tanto al escuchar estas declaraciones de Jesús.

Sin embargo, tanto en el texto que acabamos de leer en Juan capítulo 5 versículo 22, como en el libro de los Hechos en el capítulo 10, vemos que Jesús tiene ese derecho divino para juzgar. En Hechos Dios vemos que el apóstol Pedro le explica a Cornelio que este derecho divino es otorgado directamente a Jesús. Dice el texto bíblico en Hechos 10 del 39 al 43:

«Y nosotros somos testigos de todas las cosas que Jesús hizo en la tierra de Judea y en Jerusalén; a quien mataron colgándole en un madero. A éste levantó Dios al tercer día, e hizo que se manifestase; no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había ordenado de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de los muertos. Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos. De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre» (Hechos 10:39-43).

Quiero destacar principalmente el verso 42, en donde dice claramente Jesús es el que Dios ha puesto por juez sobre vivos y muertos. Por lo tanto, toda la humanidad llegará el día que qué se presentará delante del Señor,el perfecto Juez, sea creyente o incrédulo. Se presentará para vida Eterna o para muerte eterna.

Jesús es perfectamente hombre y perfectamente dios tiene autoridad moral y absoluta, ya que conoce todas las cosas, puede y va a juzgar a toda la humanidad.

Creo indudablemente que dicha verdad separa a la humanidad en dos grandes y únicos grupos. 

  1. Aquellos que por la gracia de Dios han escuchado el evangelio de Jesucristo, creen que el es Dios y Juez de toda la humanidad, y han venido a Él en arrepiento y fe, sometiéndose a la autoridad de Cristo. (creen y obedecen a la verdad)
  2. Aquellos que habiendo escuchado a lo largo su vida, o quizá es primera vez que oyen el evangelio de Jesucristo y que a pesar de ello, continúan rechazando la autoridad y el sometimiento de sus vidas a Cristo. (Rechazan la verdad).

Aplicaciones para el primer grupo:

Si tú tienes la seguridad que eres del primer grupo de personas, te invito a causa de esta verdad a aplicar lo siguiente a tu vida.

  • Vivamos en sometimiento a la autoridad de Cristo como discípulos suyos , sabiendo que somos llamados a glorificar su nombre, a vivir en santidad apartados del sistema y príncipe de este mundo.
  • Vivamos en los propósitos del Señor cumpliendo la gran comisión de Mateo 28. predicar, bautizar, enseñar, discipular dia a día a otros procurando el avance del evangelio.
  • Vivamos vidas que adornen el evangelio de Jesucristo, alabando y adorando en todo momento al Rey de Reyes.

Aplicación para el segundo grupo:

  1. Deja tu rebeldía, orgullo, incredulidad y vanagloria , viniendo delante de aquel que es Dios y Hombre, que además es Juez de todas las cosas en arrepiento y Fe. Amigo, amiga algún día estarás delante de Jesús, El único Juez justo. Recuerda que sin la justicia de Cristo imputada, agregada a tu cuenta o vida, estas bajo la justa y santa ira de Dios. Si en este lado de la eternidad mientras Dios permitía que tu corazón palpite, no viniste a Jesús en arrepiento y fe. Dejame decirte que enfrentarás a la triste y solemne verdad de estar condenado a la justa y eterna sentencia de muerte y condenación a causa de tu pecado.
  2. Cree en su palabra, cree en aquel que le envío a morir por tus pecados,cree en aquel que venció a la muerte por ti.

«De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida» (Juan 5:24).

No esperes más: Ven en sometimiento a la autoridad de Jesús. Él quiere en su voluntad y soberanía salvarte del pecado y condenación, otorgándote el don de la vida eterna.

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