Interés
- Acercarse a uno de los pastores para manifestar interés en la membresía
- Ese paso no se obliga a ser miembro
Reunión con los ancianos
- Dar el testimonio de la salvación
- Compartir los detalles del bautismo
- Tratar con preguntas y/o dudas
Requisitos
- Ser creyentes en Cristo y bautizados (por inmersión)
- Estar de acuerdo con la declaración doctrinal y el pacto de membresía.
- Haber participado y/o escuchado en la serie sobre la membresía y entender sus compromisos y responsabilidades
Membresía
- Los que cumplan con los requisitos pactarán juntos y firmarán el libro
- Una vez que se haya conformado la membresía, los que quieran ser parte de ella podrán ser admitidos mediante una votación de los miembros
El Pacto de Membresía
Habiendo nacido de nuevo por la gracia de Dios por la fe en el Señor Jesucristo, y habiendo sido justificado sobre la base de su sangre derramada, y habiendo confesado mi fe ante los hombres, ahora en presencia de Dios y de esta asamblea, solemne y gozosamente entro en pacto los unos con los otros como un solo cuerpo en Cristo.
Prometo por tanto, por el poder del Espíritu Santo, andar en amor cristiano; trabajar por el progreso de esta iglesia en conocimiento, santidad, y unidad, promover su espiritualidad y su prosperidad; mantener sus cultos, ordenanzas, disciplinas y doctrina; contribuir con gozo y periódicamente al sostén del ministerio; al alivio de los pobres y a la propagación del Evangelio por todas las naciones.
Prometo además, mantener el culto familiar diario y personal; educar a mis hijos en la Palabra de Su gracia; buscar la salvación de mis parientes y conocidos. También pacto por la gracia y el poder de Dios, que como extranjero y peregrino, me abstendré de los deseos carnales que luchan contra el alma, que alejaré de mí toda amargura, enojo, rencor, disensión y el hablar mal de otros; y que mostraré, bondad y cariño misericordioso, perdonando a los otros como también Dios me perdonó en Cristo.
Pacto también procurar el bienestar de mis hermanos y congregación, recordándonos los unos a los otros en nuestras oraciones y ayudándonos unos a otros en enfermedad y dificultades.
Finalmente, prometo que si tuviera que cambiarme de este lugar, con la ayuda del Señor y con los consejos de los Ancianos de esta Iglesia me uniré con otro grupo de hermanos tan pronto me sea posible, en cuya Iglesia podré llevar a cabo el espíritu de este pacto y los principios de la Palabra de Dios.