Orando los salmos: salmo 11

Al músico principal. Salmo de David.

I. Introducción general

El autor de este salmo es David y nos muestra como él, a pesar de las circunstancias, confía en Dios pues reconoce que Él reina y tiene control de todo.

II. Género y Características particulares del salmo

El salmo once es el primer es salmo de confianza del libro de los salmos. Este tipo de salmos son afirmaciones de confianza en la fidelidad y bondad de Dios. En este salmo David afirma su confianza en la soberanía y justicia de Dios, exalta Su poder, indica que Jehová está en su trono observando todo. El salmista descansa en la justicia de Dios y conoce cuál será el destino de los justos y de los malvados y de los que aman la violencia.

En una frase sencilla, la idea principal de este salmo se puede resumir en la siguiente oración: “Dios, Tú eres nuestro refugio, descansamos en tu justicia”.     

III. Estructura del salmo

Este salmo de confianza podemos dividirlo en tres partes:
(A) Una Afirmación de confianza (v.1-3)
(B) Una declaración de la justicia de Dios (v. 4-6)
(C) Una hermosa bendición (v.7)

IV. Explicación del salmo

(A) Una afirmación de confianza (v.1-3)

1En Jehová he confiado;
¿Cómo decís a mi alma,
Que escape al monte cual ave?

No conocemos las circunstancias exactas pero podemos ver que este escrito surgió en una época en que David estaba siendo perseguido y en problemas. Y es aquí donde vemos una afirmación de confianza en Dios del salmista al iniciar su oración: “En Jehová he confiado” (v1), con esto deja claro desde el principio cuál es su fundamento. El autor conoce lo que Dios tiene planeado para él, por tanto se presenta confiado elevando un cuestionamiento directo al consejo que atenta contra su fe puesta en Jehová. 

2 Porque he aquí, los malos tienden el arco,
Disponen sus saetas sobre la cuerda,
Para asaetear en oculto a los rectos de corazón.
3 Si fueren destruidos los fundamentos,
¿Qué ha de hacer el justo?

En la vida de David existieron muchos enemigos que quisieron acabar con él, por tanto, sabía que su vida estaba en un constante peligro y que aún había hombres perversos listos y dispuestos para atentar contra su persona. Sin embargo David afirma su fe y confianza con un cuestionamiento que le infunde el aliento suficiente para descansar: ¿Podrá hacer algo el justo si su fe es destruida? 

(B) Declaración de la justicia de Dios (v.4-6)

4 Jehová está en su santo templo;
Jehová tiene en el cielo su trono;
Sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres.

El salmista muestra su conocimiento de Dios, él sabe dónde está y qué es lo que está haciendo. Dios es santo y no soporta el pecado (v.4). Él lo observa todo. Jehová está sentado en su trono, reinando; gobernando. ¿Podría David huir al monte cual ave, conociendo así a su Señor?

5 Jehová prueba al justo;
Pero al malo y al que ama la violencia,
su alma los aborrece.
6 Sobre los malos hará llover calamidades;
Fuego, azufre y viento abrasador será la porción del cáliz de ellos.

Podemos ver en la vida de David, como también en la vida de los justos, que Dios les presentará pruebas con el objeto único de fortalecer su fe y confianza en Dios (1 Pedro 1:6-7). No así sobre aquellos que hacen mal, aquellos impenitentes recibirán su justa retribución; fuego y azufre será la porción de su cáliz (v.6), y serán aborrecidos por Dios. 

(C) Una hermosa bendición (v.7)

7 Porque Jehová es justo, y ama la justicia;
El hombre recto mirará su rostro.

Históricamente David confió en Dios porque le había prometido el reino y sabía que Dios lo cumpliría. Básicamente David sabía que vería el rostro de Dios; es decir, le ayudaría, le haría justicia, gracias a que confió en Dios plenamente.

El salmista exalta a Dios porque es Justo y ama la Justicia (v.7), y muestra una hermosa bendición en que quien se afirma en tiempos de dificultades en Él, quien reconoce cuál es su fundamento (su fe en Dios), contemplará su rostro, le verán cara a cara. 

V. Aplicación para la Iglesia

Este salmo nos invita a confiar en el Señor, quien nos ha revelado en su Palabra que Él es el Rey Soberano que está sentado en su trono reinando y que puede ver todo del mundo y todo del hombre (v.1-3). El salmista alienta al lector a mantener su fe en tiempos de prueba, confiar en la justicia de Dios (v.4-6) y poder anhelarla pues gozaremos en su presencia por la eternidad (v7).

Amados hermanos, hoy descansamos en la obra de nuestro Señor Jesucristo, quien es la Justicia perfecta de Dios en nosotros (1 Corintios 1:30), el fundamento de nuestra fe (1 Corintios 3:11), Él es quien nos sostiene.

Hermanos, independiente de las circunstancias que vivamos, podemos estar confiados en el Señor. Por tanto, oremos, vivamos y gocémonos en poder exclamar: “Dios, Tú eres nuestro refugio, descansamos en tu justicia”

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