Dios, de ti proviene mi ayuda y salvación.
El salmo 70 es un breve extracto del salmo 40 (versículos 13 al 17), y como señala su título (“para conmemorar”) era probablemente usado para acompañar musicalmente algunas ceremonias en el templo. El género del salmo 70 corresponde a un lamento individual, y como todos los salmos que pertenecen a este género, el salmista comienza clamando a Dios por una situación angustiosa (vv. 1-3), pero termina declarando confianza en Él y en la obra que realizará a su favor (vv. 4-5). El tema principal que comunica este poema es la confianza que el salmista deposita en la ayuda que Dios puede dar en un momento de urgencia. Por lo que, en una frase sencilla, el tema de este salmo se puede resumir en la siguiente oración: “Dios, de ti proviene mi ayuda y salvación”.
EXPLICACIÓN DEL SALMO
1Oh Dios, acude a librarme;
Apresúrate, oh Dios, a socorrerme.
David, el autor de este salmo, comienza su oración pidiendo a Dios que se apresure a socorrerle (v.1) porque se siente afligido y necesitado (v.5). Las expresiones “acude”, “apresúrate”, y “no te detengas” (v.5), ponen en relieve el sentido de urgencia y la profunda necesidad que tiene el salmista por la ayuda de Dios y la liberación de sus angustias.
2 Sean avergonzados y confundidos
Los que buscan mi vida;
Sean vueltos atrás y avergonzados
Los que mi mal desean.
3 Sean vueltos atrás, en pago de su afrenta hecha,
Los que dicen: ¡Ah! ¡Ah!
En los versículo 2 y 3, David continúa su oración diciéndole a Dios que su deseo es que sus enemigos vuelvan atrás y que se alejen de él. Es evidente que David se sentía agobiado por los constantes acosos y acechanzas de los que buscaban su vida, deseaban su mal y se burlaban de él (que es el sentido de la expresión “¡ah, ah!”); por lo que, afligido y necesitado, pide a Dios que intervenga en su situación y que sus enemigos sean avergonzados conforme al mal que han provocado.
4 Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan,
Y digan siempre los que aman tu salvación:
Engrandecido sea Dios.
5 Yo estoy afligido y menesteroso;
Apresúrate a mí, oh Dios.
Ayuda mía y mi libertador eres tú;
Oh Jehová, no te detengas.
En el versículo 4 el tono de la oración cambia. David deja de hablar formalmente de sus perseguidores y pasa a expresa en su oración que su deseo para todos aquellos que buscan a Dios y aman Su salvación es que se gócense en Él y que se alegren diciendo: “engrandecido sea Dios”. Un deseo que, seguramente, sirvió como recordatorio y como aliento para su propia vida ya que, en el versículos 5, David finaliza su oración reconociendo que aunque esté afligido y necesitado, Dios es quién provee verdadera ayuda y salvación, por lo que, de acuerdo con esa confianza, el salmista termina diciendo: “Oh Jehová, no te detengas”.
Salmo 70: Dios, de ti proviene mi ayuda y salvación.

APLICACIONES DEL SALMO
Ahora bien, ¿cómo podemos aplicar este salmo a nuestras vidas?
En primer lugar, este breve salmo nos ayuda a recordar que una breve oración no supone menos confianza en Dios. Como se mencionó al comienzo del estudio, el salmo 70 es una extracto de una oración más larga (salmo 40:13-17) que probablemente fue seleccionada para ser recitada en un momento particular dentro de algunas de las ceremonias en el templo. Sin embargo, a pesar de ser una oración (o un extracto) de tan solo 5 versículos, la idea que comunica el salmo respecto al gozo, confianza, y esperanza que deben tener los que buscan a Dios y su salvación, permanece intacta. Lo que nos enseña que una oración que demuestra profunda confianza en Dios y esperanza en su obra no necesariamente exige que sea extensa ni elaborada con frases artesonadas, por el contrario, hay momento en que una oración breve y sencilla puede llegar a ser una oración muy precisa y útil. Pensado en ello, las palabras de este salmo fueron seleccionadas para ser recitadas brevemente una oración mientras se oficiaba una ceremonia en el templo. En el caso de David, fue la urgencia de las circunstancias lo que le llevó a clamar brevemente al Señor y declarar su confianza en Él. Y en nuestro caso, puede ser que una oración breve resulte más adecuada cuando nos sorprende una repentina mala noticia que nos deja pasmados, como lo puede ser: el fallecimiento de un ser querido, el diagnóstico de una enfermedad, el despido de un trabajo, el inapelable rechazo de un amigo al evangelio, o cualquiera situación inesperada que traiga aflicción a nuestro corazón. En aquellos casos, una oración breve, tal como: “Dios, de ti proviene mi ayuda y salvación”, puede ser suficiente para recordarnos que Dios es nuestra confianza y que todo lo que necesitamos para sobrellevar los momentos difíciles provienen de Jesucristo nuestro salvador.
En segundo lugar, el salmo 70 nos ayuda a recordar que podemos esperar confiadamente en el Señor aún en medio de las dificultades. Como bien expresan varios de los salmos de lamento, aun cuando las circunstancias no habían cambiado del todo, el salmista podía expresar anhelo y confianza en la ayuda que vendrá de Dios (v.5). Y ante la pregunta: ¿Cómo se logra eso? ¿Cómo se logra estar confiadamente a la espera la respuesta del Señor cuando nada a mi alrededor ha cambiado? La respuesta, hermanos, es por medio de la Fe. Y específicamente, (1) una fe que es alimentada por un conocimiento verdadero de quién es Dios mediante la revelación de Su palabra. (2) Una fe que es resultado de un asimilación profunda y personal de las verdades que Dios reveló en Su palabra. Y (3) una fe que promueve una vida de obediencia y confianza en Dios como resultado del sometimiento a las verdades que Dios ha dado a conocer por medio de su Palabra. Hermanos, si nos fijamos nuevamente en el salmo, David conocía verdaderamente quién es Dios, hizo de las verdades de Dios la esperanza de su vida, y llevó esas verdades a un plano práctico por medio de la oración y la confiada espera de su respuesta. De igual modo, los creyentes podemos esperar confiadamente en el Señor aún en medio de las dificultades, y esto, debido a la Fe que hemos depositado en nuestro Salvador; una fe que le conoce, una fe que cree a su Palabra, y una fe que nos lleva confiar y esperar en Su soberanía aún en medio de las aflicciones. Lo cual podemos acompañar con una oración larga y preparada, o con una breve oración, tal como: “Dios, de ti proviene mi ayuda y salvación.”
PREGUNTAS DE REPASO
- ¿Qué evidencias dentro del texto nos ayudan a considerar el salmo 70 como un lamento individual?
- ¿Qué pide David respecto a sus enemigos? (vv. 2,3)
- ¿Qué desea David respecto a todos los que buscan y aman la salvación de Dios? (v.4)
- ¿Qué expresiones del v. 5 nos dejan ver que David confía en Dios y solo en Él?
- ¿Qué piensas respecto a las aplicaciones propuesta en el estudio? ¿En qué situaciones de la vida te ha parecido mejor orar brevemente a Dios por necesidad o por urgencia?
- ¿Qué otras aplicaciones podemos sacar para nuestras vidas esta semana?