Salmo 102 – Dios, eterno y misericordioso, sé que escucharás mi súplica.
Tal como indica su título hebreo “Oración del que sufre, cuando está angustiado, y delante de Jehová derrama su lamento”, el salmo 102 pertenece al género de los lamentos individuales, y, por tanto, es una oración que inicia con una expresión intensa de dolor (vv.1-11) pero que finaliza con una declaración de confianza en Dios (vv.12-28).
En este salmo en particular, el autor indica que su angustia tiene dos orígenes básicos: En primer lugar, el sufrimiento personal (vv. 1-11, 23-24) y, en segundo lugar, los sufrimientos de su pueblo (vv. 12-22; 25-28). Es por causa de estos dos sufrimientos que el salmista se allega a Dios con humildad para implorar su misericordia y pedir su favor, quién, por lo demás, está seguro de que la recibirá debido al conocimiento que tiene de Sus atributos. En una oración sencilla, el tema del salmo 102 puede resumirse de la siguiente manera: “Dios, eterno y misericordioso, sé que escucharás mi súplica.”.
—
EXPLICACIÓN DEL SALMO 102
1 Jehová, escucha mi oración,
Y llegue a ti mi clamor.
2 No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia;
Inclina a mí tu oído;
Apresúrate a responderme el día que te invocare.
El autor comienza la oración del salmo 102 con una urgente invocación y un profundo llamado al actuar de Dios. “Escucha mi oración”, “no escondas de mí tu rostro”, “inclina a mí tu oído” y “apresúrate a responderme”, son frases que ponen de manifiesto la terrible angustia del poeta y la urgencia con la cual presenta sus situación delante de Dios.
3 Porque mis días se han consumido como humo,
Y mis huesos cual tizón están quemados.
4 Mi corazón está herido, y seco como la hierba,
Por lo cual me olvido de comer mi pan.
5 Por la voz de mi gemido
Mis huesos se han pegado a mi carne.
6 Soy semejante al pelícano del desierto;
Soy como el búho de las soledades;
7 Velo, y soy
Como el pájaro solitario sobre el tejado.
8 Cada día me afrentan mis enemigos;
Los que contra mí se enfurecen, se han conjurado contra mí.
9 Por lo cual yo como ceniza a manera de pan,
Y mi bebida mezclo con lágrimas,
10 A causa de tu enojo y de tu ira;
Pues me alzaste, y me has arrojado.
11 Mis días son como sombra que se va,
Y me he secado como la hierba.
En los versos 3 al 11, el salmista hace una descripción más detallada del sufrimiento que vivía a nivel personal; entre los cuales identifica; en primer lugar, problemas de salud (v.3, 5) y conflictos emocionales (v.4, 6); en segundo lugar, el salmista continúa señalando que las burlas y afrentas de sus enemigos estaban agravando aún más su crisis (vv.8-9); y, finalmente, el salmista identifica que el enojo y la ira de Dios, ya sea por propósitos divinos (p. ej. Job) o por desobediencias contra Él (p. ej. Sal. 32), también formaban parte de su profundo decaimiento (vv. 10-11).
12 Mas tú, Jehová, permanecerás para siempre,
Y tu memoria de generación en generación.
13 Te levantarás y tendrás misericordia de Sion,
Porque es tiempo de tener misericordia de ella, porque el plazo ha llegado.
A partir del versículo 12 la oración del salmista comienza a cambiar dramáticamente, ya que la frase: “Más tú, Jehová” indica un quiebre en medio de sus dolores y un firme reconocimiento de que, a pesar de todo, Dios es la fuente de su esperanza. En este sentido, a partir de este verso el salmista hace ver está pasando de la desesperación a la confianza, y si bien aún no ha mejorado en nada su situación, igualmente reconoce que lo único que supera su dolor y tristeza es la esperanza que haya en Dios y en sus atributos eternos que le aseguran que llegado el momento el Señor actuará en favor de él y de su pueblo, por sola misericordia.
(Retomemos la lectura desde el verso 13)
13 Te levantarás y tendrás misericordia de Sion,
Porque es tiempo de tener misericordia de ella, porque el plazo ha llegado.
14 Porque tus siervos aman sus piedras,
Y del polvo de ella tienen compasión.
15 Entonces las naciones temerán el nombre de Jehová,
Y todos los reyes de la tierra tu gloria;
16 Por cuanto Jehová habrá edificado a Sion,
Y en su gloria será visto;
17 Habrá considerado la oración de los desvalidos,
Y no habrá desechado el ruego de ellos.
18 Se escribirá esto para la generación venidera;
Y el pueblo que está por nacer alabará a JAH,
19 Porque miró desde lo alto de su santuario;
Jehová miró desde los cielos a la tierra,
20 Para oír el gemido de los presos,
Para soltar a los sentenciados a muerte;
21 Para que publique en Sion el nombre de Jehová,
Y su alabanza en Jerusalén,
22 Cuando los pueblos y los reinos se congreguen
En uno para servir a Jehová.
En los versículo 13 al 22 el salmista describe más detalladamente la angustia que le aquejaba al ver los sufrimientos del pueblo de Dios, los israelitas, a quienes identifica como desvalidos (v.17), presos y sentenciados a muerte (v.20). Por las descripciones que hace el salmista, todo parece indicar que Judá ya había sido deportado y la ciudad y el templo en Jerusalén habían sido destruidos por los enemigos, sin embargo, el salmista confiaba que Dios escucharía el clamor suyo y del pueblo (vv.1-2, 17, 19), y un día actuaría en misericordia (v. 13), reedificaría la ciudad santa (v. 16), y salvaría a su pueblo escogido para dar testimonio a las naciones de Su gloria (v.15-16, 18, 21-22).
23 El debilitó mi fuerza en el camino;
Acortó mis días.
24 Dije: Dios mío, no me cortes en la mitad de mis días;
Por generación de generaciones son tus años.
25 Desde el principio tú fundaste la tierra,
Y los cielos son obra de tus manos.
26 Ellos perecerán, mas tú permanecerás;
Y todos ellos como una vestidura se envejecerán;
Como un vestido los mudarás, y serán mudados;
27 Pero tú eres el mismo,
Y tus años no se acabarán.
28 Los hijos de tus siervos habitarán seguros,
Y su descendencia será establecida delante de ti.
En los versos 23 y 24 el salmista retoma las causas personales de su sufrimiento. El autor dice que se siente débil, sin fuerzas y moribundo, pero esta vez no lo hace para presentar formalmente su angustia delante de Dios (como al principio) sino que quiere comparar su frágil condición humana con el poder y la eternidad divina; y, por tanto, concluye que mientras los días del salmista se acortan, el Dios eterno fundó la tierra desde el principio (v.25); además, los enemigos envejecerán pero el Señor permanecerá para siempre, pues es el mismo y sus años no acabarán (v. 27). Así que, en estos versos deja en evidencia que el contraste de la fragilidad humana que se contrapone a la grandeza divina es la fuente de su esperanza y seguridad.
El salmo 102 termina con una potente afirmación de fe. Según el verso 28, la conclusión de la oración es que las generaciones futuras vivirán seguras delante de la presencia del Señor. El presente del salmista es de enfermedad y dolor, la realidad de la ciudad es de destrucción y angustia, pero el Dios eterno y grande en misericordia intervendrá de forma transformadora para cambiar las calamidades personales y nacionales en un futuro de esperanza y seguridad. Por tanto, las últimas palabras de esta oración, que es presentada por uno que sufre, uno que está angustiado y que delante de Jehová derrama su lamento, no son palabras de inseguridad o angustia, sino de seguridad y profunda confianza en Dios.
Salmo 102 – Dios, eterno y misericordioso, sé que escucharás mi súplica.

APLICACIONES DEL SALMO 102
Ahora bien, ¿Cómo podemos aplicar el salmo 102 a nuestras vidas?
En primer lugar, la oración del salmo 102 nos recuerda la importancia de orar a Dios para depender y confiar en Él, sobre todo durante el tiempo de angustia. Y, hermanos, que precioso es saber que nosotros también podemos tener la misma confianza que el salmista tuvo al orar a Dios, por la garantía que tenemos al estar en Cristo. De hecho, el autor de la carta a Los Hebreos dijo a los creyentes en el capítulo 4:14-16 que Jesucristo es nuestro gran sumo sacerdote, y que él conoce nuestras debilidades, y por tanto podemos acercarnos confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Así que, hermanos, busquemos a Dios siempre, oremos según el acceso que nos da Jesucristo por la fe, presentemos a él nuestras angustias, y descansemos en que Él se glorificará obrando conforme a Su voluntad.
Y, en segundo lugar, la oración del salmo 102 nos recuerda que reflexionar en la misericordia de Dios y en Su carácter eterno da firmeza al corazón afligido. Hermanos, como hemos visto durante esta serie, a lo largo del libro de los salmos los autores bíblicos una y otra vez han destacado los atributos de Dios como la base de sus canciones y oraciones. Y el salmo 102 no es distinto, ya que entre los atributos de Dios que el salmista destaca en su oración podemos ver: Su inmanencia (vv. 1-2, 20), eternidad (vv. 12, 26-27), misericordia (v. 13), poder (vv. 15-16; 25), trascendencia (v. 19), y protección (v. 28); además, es a causa de la reflexión sobre estos atributos de Dios que el salmista termina su oración declarando su confianza ante Él (v. 28). Ahora bien, hermanos, nosotros debemos aprender también de esto. Cuando vienen los problemas y las aflicciones a nuestras vidas debemos orar a Dios recordando sus atributos eternos, porque es en la estabilidad del carácter de Dios que nuestro corazón puede ser apaciguado y estabilizado, sobre todo cuando las circunstancias que vivimos están llenas de dolor e incertidumbre. Y gloria a Dios porque nuestro Señor y Salvador Jesucristo nos ayuda, y podemos encontrar en su carácter eterno la firmeza que requiere nuestro corazón. De hecho, hablando de Jesucristo, el autor de la carta a Los Hebreos citó al salmo 102 en el capítulo 1:10-12 de su carta, para afirmar la idea de que Jesucristo es Dios eterno, y por tanto, un Dios poderoso y totalmente confiable. Así que ¿orarás a Él durante el tiempo de la prueba?
Salmo 102 – Dios, eterno y misericordioso, sé que escucharás mi súplica.
PREGUNTAS DE REPASO Y REFLEXIÓN
- ¿Qué evidencias dentro que el salmo 102 es del género «lamento individual»?
- ¿Cuáles son las causas que llevaron al salmista a orar a Dios?
- ¿Cuáles atributos de Dios confortaron el corazón del salmista?
- ¿Cuál es la frase que resume el tema del salmo en una oración sencilla?
- ¿Qué lecciones personales pudiste aprender durante este estudio? ¿Cuáles fueron tus reflexiones del salmo 102?