REPASEMOS






TEXTO BÍBLICO


EXPLICACIÓN DEL TEXTO








ALGUNAS REFLEXIONES
Hermanos, que hermoso versículo es “porque para mí el vivir es Cristo” … Y después de todo lo que hemos hablado esta mañana, estos versos en la boca de Pablo tiene mucho sentido. Ya que ese mismo Jesús que le había alcanzado camino a Damasco se había convertido en el único propósito su vida y en el único beneficio después de su muerte. Ese mismo Jesús que fue crucificado, que ahora es el Señor exaltado a la diestra de Dios, que está presente por su Espíritu en los creyentes, y que va a venir como Rey, era el Salvador de Pablo. Ese Cristo que siendo Dios se despojó a sí mismos y que siendo hombre se humilló haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz era el Dueño de Pablo. Ese Jesús que Dios ahora le ha dado un nombre que es sobre todo nombre y bajo el cual toda rodilla se doblará para gloria y alabanza de Dios era el Señor de Pablo. Ese Cristo por quién el apóstol conoce el poder de la resurrección y en el cual participa en sus sufrimientos por causa del evangelio era el ejemplo de Pablo. Jesucristo, el nombre que para Pablo resume todo el abanico de su nueva relación con Dios, devoción, personal, compromiso, servicio, evangelio, ministerio, comunión, inspiración, todo; ese Cristo es la razón de la vida de Pablo.
Y yo me pregunto, ¿Cómo seríamos nosotros si fuéramos una iglesia con esa única pasión? ¿Cómo sería mi vida y la suya si Cristo fuera nuestra única pasión? ¿Cómo sería mi gozo y entrega si de verdad viviera para Cristo, y para el progreso del evangelio, y para el bien de la iglesia? Me pregunto, ¿Qué tan distinta serían nuestros días?

Hermanos, amados de la iglesia Berea, me temo que a pesar de haber leído tantas veces Filipenses 1:21, para muchos cristianos hoy en día: “El vivir es el trabajo, después Cristo”. “El vivir es el deporte, después Cristo”. “El vivir es mi apariencia, el dinero y el trabajo, después de Cristo”. “El vivir es la familia, el descanso, y el dinero, y después Cristo”. “El vivir es lo que opinan de mí en las redes sociales, no Cristo”. “El vivir es cualquier cosa que pueda alcanzar en esta vida, y después, si queda tiempo, Cristo”.
Amado hermano, tú sabes qué lugar ocupa actualmente Cristo en tu vida, no hace falta que nadie te lo diga. Y te quiero invitar, a que terminemos este tiempo orando juntos al Señor, pensando en esto: Que sin importar cuales sean nuestras circunstancias que nuestro vivir sea Cristo.

Padre Santo, Dios eterno. Nos presentamos delante de ti en el nombre de Jesús para dar gracias por traer a nuestra vidas tu Palabra y el ejemplo de este varón llamado Pablo.
Gracias te damos, Señor, porque por la buena obra que tú comenzaste a hacer en su vida desde el día que lo llamaste él pudo vivir para Cristo y pensar en el evangelio y en tu amada iglesia, inclusive en los momentos más difíciles de su vida.
Pensando en ello, Padre, ayúdanos a vivir nuestros días de igual manera. Ayúdanos a vivir por Cristo. Ayúdanos a servir con pasión a nuestro Señor y Salvador. Ayúdanos a participar en el progreso del evangelio en el lugar donde estemos. Ayúdanos a gozarnos de la comunión en el evangelio y en la unidad de la fe. Y ayúdanos a aprovechar cada día que nos des vida en este mundo, para traer gloria al nombre de Jesucristo siendo creyentes fieles que anuncias las buenas nuevas de Jesucristo y hacen el bien edificando a tu iglesia.
Padre, te confesamos que por mucho tiempo hemos vivido para nosotros y para las cosas de este mundo. Renuévanos, Señor. No queremos ser igual. Ahora ayúdanos a ser obedientes a tu Palabra y a vivir de tal manera que nosotros también podamos decir: para mí el vivir el Cristo. Te lo rogamos, en el nombre de Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.