Dios, ayúdanos a deleitarnos en tu Palabra
Salmo 112 es un salmo de sabiduría, y los salmos de sabiduría son oraciones que buscan enseñar sabiduría a los oyentes según las expresiones prácticas del temor de Dios en la vida cotidiana. Así mismo, los salmos de sabiduría son una ilustración de la verdad: “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová”, donde “temer a Dios” significa a “conocerle y responder correctamente viviendo y deleitándose en Jehová”.
El salmo 111 y 112 tienen un mensaje similar pero visto desde perspectivas diferentes, ya que ambos son poemas acrósticos que empiezan con las letras del alfabeto hebreo e igualmente van siguiendo el orden pero, en cuanto a su enfoque, el salmo 111 exalta “las bendiciones de Dios” mientras que el salmo 112 se enfoca en «el hombre que es bendecido por Dios”, es decir, aquel que teme a Dios y se deleita en sus mandamientos (v.1).
El salmo 112 se puede bosquejar de la siguiente manera:
- El hombre que teme a Jehová (v.1)
- Dios bendice al hombre que tema a Jehová (vv.2-9)
- Reacción del impío (v.10)
En una frase sencilla, el tema del salmo 112 se puede resumir en la siguiente oración: “Dios, ayúdanos a deleitarnos en tu Palabra ”
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LECTURA DEL SALMO 112
1Bienaventurado el hombre que teme a Jehová,
Y en sus mandamientos se deleita en gran manera.
2 Su descendencia será poderosa en la tierra;
La generación de los rectos será bendita.
3 Bienes y riquezas hay en su casa,
Y su justicia permanece para siempre.
4 Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos;
Es clemente, misericordioso y justo.
5 El hombre de bien tiene misericordia, y presta;
Gobierna sus asuntos con juicio,
6 Por lo cual no resbalará jamás;
En memoria eterna será el justo.
7 No tendrá temor de malas noticias;
Su corazón está firme, confiado en Jehová.
8 Asegurado está su corazón; no temerá,
Hasta que vea en sus enemigos su deseo.
9 Reparte, da a los pobres;
Su justicia permanece para siempre;
Su poder será exaltado en gloria.
10 Lo verá el impío y se irritará;
Crujirá los dientes, y se consumirá.
El deseo de los impíos perecerá.
EXPLICACIÓN DEL SALMO 112
1. El hombre que teme a Jehová
El salmista en el v.1 comienza diciendo que el hombre que teme a Jehová es un hombre dichoso, alegre, gozoso y que logra deleitarse en gran manera cumpliendo los mandamientos de Dios, ya que ahí se encuentra el fundamento de vida y sabiduría del hombre.
2. Dios bendice al hombre que tema a Jehová
De los vv. 2-9 vemos como Dios bendice aquel hombre bienaventurado que se deleita en los mandamientos de Jehová. Entre las bendiciones de Dios hacia el hombre que le teme, podemos ver:
- Bendiciones familiares: una descendencia poderosa, grande y las generaciones de los rectos serán bendecidas (v.2).
- Bendiciones económicas: bienes y riquezas (v.3).
- Bendiciones intelectuales: juicio justo, buena administración, buen gobierno sobre sus asuntos (v.5).
- Bendiciones espirituales: confianza en Dios (v.7) y seguridad (v.8).
Además, aquel hombre es moldeado para tener un carácter semejante al de Dios, para ser misericordioso, justo, recto y clemente, siendo de esta forma luz a los que son rectos y temen a Jehová (v.4), dentro de esta misma sección vemos que el hombre de bien vive confiado, no teme a la posibilidad de malas noticias ni ante las complejidades de la vida, y apoya las causas justas de la gente en necesidad y pobreza (v.9) haciendo un uso sabio de las bendiciones de Dios apoyando aquellas causas. Ese estilo de vida íntegro, recto, sabio y dichoso hace que la justicia denote su comportamiento y se manifieste de forma pública.
En los vv. 3, 5 y 9 vemos que se repiten las ideas: “su justicia permanece para siempre” y “en memoria eterna será el justo”, esto es una manera de garantizar el acompañamiento divino en la obras del bienaventurado a través del tiempo.
3. Reacción del impío
La respuesta de las personas impías ante las bendiciones que recibe y vive la gente dichosa es de indignación e ira; sin embargo, esos deseos adversos de maldad fracasarán. La idea final del salmo 112 es que las personas injustas son infelices y hacen lo contrario de la gente bienaventurada: “Crujen los dientes y se consumen”, que son símbolos de la hostilidad que les destruye. Este salmo destaca las virtudes que se relacionan con la dicha de obedecer y apreciar los mandamientos del Señor.

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APLICACIONES DEL SALMO 112 PARA LA IGLESIA
¿Cómo se relaciona este salmo con nosotros, la iglesia?
Primero que todo, como hemos dicho muchas veces a lo largo de los estudios del libro de los salmos, la iglesia no es Israel; y, por tanto, las bendiciones y promesas que tiene el pueblo de Israel son solo para ellos. Así que no hay garantía de que como iglesia de Cristo podamos gozar de las bendiciones que leemos en este salmo 112.
No obstante a eso, la iglesia sí goza de múltiples y ricas bendiciones gracias a nuestra unión con Jesucristo (Léase Efesios capítulo 1); cómo lo son:
– Un sacrificio único y para siempre para perdón nuestros pecados (He. 9:11-12)
– Su Espíritu Santo en nuestra vidas (Ef. 1:13-14)
– Un carácter que es moldeado al de Cristo (Ef. 4:12-16).
– Seguridad y confianza en Dios (Ro. 8:28-39).
Todas estas bendiciones deben alentarnos y motivarnos a vivir deleitándonos en su palabra. Claramente Dios quiere que nos gocemos en Él, que vivamos de forma sabia siendo luz para los demás, una buena forma de serlo es animando al hermano, exhortarle, aconsejarle, guiarle y participar en sus necesidades, así como vimos en el estudio del salmo, recibir las bendiciones de Dios y usarlas para el bien de los hermanos, también es una forma de mostrar aquel carácter de nuestro Dios.