Orando los salmos: Salmo 113

Dios, te alabamos pues no hay nadie como tú.

El salmo 113, este es un salmo de alabanza al Señor de la historia, y como bien sabemos este tipo de salmos se caracterizan por ser himnos de adoración a Dios exaltándole por Quién es y por lo que ha hecho. Este salmo muestra como el pueblo se anima a reconocer el poder, la gloria y la majestad de Jehová con alabanza (v. 1-4-5) y a reconocer que Dios es Todopoderoso por todas las maravillas que ha hecho (v.7-9). El salmo 113 es parte de un conjunto de salmos 113 al 118 que se cantaban en las fiestas de Israel, principalmente la pascua. El Halel o “Aleluya” era el nombre que se conocía este grupo de salmos. En una oración simple podemos resumir el salmo en: “Dios, te alabamos pues no hay nadie como Tú”.

Leamos el salmo juntos:


1Alabad, siervos de Jehová,
Alabad el nombre de Jehová.
Sea el nombre de Jehová bendito
Desde ahora y para siempre.
Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone,
Sea alabado el nombre de Jehová.
Excelso sobre todas las naciones es Jehová,
Sobre los cielos su gloria.
¿Quién como Jehová nuestro Dios,
Que se sienta en las alturas,
Que se humilla a mirar
En el cielo y en la tierra?
Él levanta del polvo al pobre,
Y al menesteroso alza del muladar,
Para hacerlos sentar con los príncipes,
Con los príncipes de su pueblo.
Él hace habitar en familia a la estéril,
Que se goza en ser madre de hijos.
Aleluya.


EXPLICACIÓN DEL SALMO 113

Para poder estudiar el salmo vamos a dividirlo en 2 secciones: Llamado a dar alabanza a Dios (vs 1-6), recordemos que es un salmo de alabanza y la cercanía de Dios con su pueblo (vs 7-9) viendo los motivos que llevan a Alabarle.

Llamado a dar alabanza a Dios.

1Alabad, siervos de Jehová,
Alabad el nombre de Jehová.
Sea el nombre de Jehová bendito
Desde ahora y para siempre.
Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone,
Sea alabado el nombre de Jehová.
Excelso sobre todas las naciones es Jehová,
Sobre los cielos su gloria.
¿Quién como Jehová nuestro Dios,
Que se sienta en las alturas,
Que se humilla a mirar
En el cielo y en la tierra?

El salmista comienza con una clara indicación al pueblo, con un llamado a alabar el nombre de Dios (v 1). Con los verbos alabar y bendecir vemos como el salmista, invita al pueblo a hacer eco de las virtudes de Dios, reconociendo lo que el Señor ha hecho con su pueblo y por ello debe ser alabado en todo momento “desde ahora y para siempre” (v.2) y a toda hora del día “desde el nacimiento del sol hasta donde se pone” (v.3). El salmista sabe que Dios es soberano y que está sobre toda nación, y lo reconoce como tal: ¡Excelso en gloria! (v 4).

Los versos 5 y 6 siguen mostrando lo maravillado que está el salmista ante la gloria de Dios, con una pregunta: “¿Quién como Jehová nuestro Dios, que se sienta en las alturas…?” que tiene su respuesta dentro de sí “No hay nadie como Tú”. El verso 6 termina: “Que se humilla a mirar en el cielo y en la tierra?” y con esto último parte del a pregunta el autor responde en la siguiente sección de versículos (v7-9), mostrando la cercanía y el cuidado del Señor para con su pueblo.

(Isaías 66:1 Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies)

La cercanía de Dios con su pueblo

Él levanta del polvo al pobre,
Y al menesteroso alza del muladar,
Para hacerlos sentar con los príncipes,
Con los príncipes de su pueblo.
Él hace habitar en familia a la estéril,
Que se goza en ser madre de hijos.
Aleluya.

¿Cómo podríamos resumir esta sección de versículos? El salmista nos muestra a Dios, cercano, atento a su pueblo, leamos lo dice el salmista, Jehová hará renacer del polvo al pobre y sacará de su hambruna y necesidad al que más lo necesite (v.7), esto era muy importante para el pueblo de Israel, pues habían vivido muchos años en esclavitud, sufriendo vejaciones y maltratos por tal condición y los sentará en un lugar de honor (v.8), mostrando así el cuidado a su pueblo. El autor termina el salmo haciendo alusión al poder de Dios y lo sustentador que es Él con un ejemplo de amor: “Él hace habitar en familia a la estéril, que se goza en ser madre de hijos”. En la cultura de Israel, ser una mujer estéril era sinónimo de pobreza, deshonra y fracaso, pues no tendría hijos para sostenerse, pero el salmista dice que el Señor le da un hogar y le da hijos a la mujer estéril, mostrando el carácter sustentador y poderoso de Dios.

¡Aleluya!, Así termina el salmo, una voz de júbilo para alabar a Dios por quién es y por lo que ha hecho.

Podemos orar el salmo 113 diciendo: “Dios, te alabamos pues no hay nadie como Tú”.


APLICACIONES DEL SALMO 113 PARA LA IGLESIA

Amados hermanos, el salmo 113, como muchos otros salmos de alabanza, es una invitación a alabar a Dios y a hacer memoria de todo lo que Dios ha hecho por nosotros. No nos cansemos de alabar a Dios.

El pueblo de Israel alababa a Dios por librarlos de la esclavitud de Egipto, nosotros podemos alabar al Señor por su misericordia, al librarnos de la esclavitud del pecado, a través de la obra de Cristo en la cruz (Colosenses 1:13-14).

Hoy podemos entrar en la presencia de Dios por la sangre de Jesucristo (Hebreos 10:19-20), podemos tener una cercanía única, de Padre a hijo por la fe en Cristo (Juan 1:12). ¡Alabemos a nuestro Salvador!

El salmista invitó al pueblo a alabar todo el día y para siempre a Dios (v.2-3), nosotros hagamos lo mismo con nuestro diario caminar y en todo momento de nuestra vida, sabiendo que, de Él, y por Él, y para Él, son todas las cosas. A Él sea la gloria por los siglos. Amén (Romanos 11:36).

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