Carta a los Filipenses: Capítulo 2:1-11 (parte 1)

VIVIENDO COMO CIUDADANOS DIGNOS DEL EVANGELIO DE CRISTO GUARDANDO LA UNIDAD CON HUMILDAD SEGÚN EL EJEMPLO DE HUMILDAD DE CRISTO

REPASEMOS

TEXTO BÍBLICO

Explicación del Texto

¿Qué está haciendo Pablo en estos versos?

¿Qué dice Pablo en cuanto al llamado a la unidad?

Una pregunta necesaria

Tal vez le podemos preguntar a Pablo: Hermano, entendemos lo que estás diciendo sobre el orgullo y la humildad y todo eso, pero ¿Cómo es posible que todos tengamos el mismo pensamiento si somos tan distintos? Y de hecho, aunque quisiéramos ponernos de acuerdo en cuanto a la humildad, cada uno de nosotros podría definir lo que es o no es un carácter humilde. Por lo tanto, ¿Quién de nosotros va a definir qué es lo que tenemos que pensar? ¿El hermano tanto, la hermana tal…? En el conflicto de Evodia y Síntique, ¿Cuál es la humildad que ellas deben perseguir?  

Hermano, ¿Quién de nosotros va a definir el pensamiento que debemos tener en cuanto a la humildad? ¿Quién? Bueno. La respuesta, obviamente es Jesucristo. Aquel mismo sentir y pensamiento que la iglesia debe tener para guardar la unidad, se encuentra en Cristo, lo que él pensó y lo que él hizo, es lo que cada uno de los creyentes de Filipos (y por extensión todo los creyentes) debemos tener en mente para guardar la unidad de la iglesia. Y sabiendo esto, Pablo exhortó a sus hermanos, diciendo del versículo 5 al 11 lo siguiente:


Ejemplo perfecto de humildad: La humillación de Cristo


Algunas reflexiones para nuestra iglesia

Tal vez alguien se pregunta, ¿Por qué es importante decir estas cosas sobre el orgullo? Es importante, hermanos, porque a través del estudio de esta carta el apóstol Pablo quiere la iglesia disfrute el gozo que produce la unidad y la koinonía del evangelio; pero ese gozo no se puede experimentar si los creyentes no están viviendo como ciudadanos de los cielos dignos del evangelio de Cristo que guardar la unidad de la iglesia en medio de la oposición. Si la iglesia no guarda la unidad que Cristo compró a precio de sangre, no tiene cómo experimentar el gozo verdadero, y la iglesia no podrá guardar la unidad si no identifica en primer lugar que la causa principal de todos sus conflictos es la falta de humildad y el exceso de orgullo.

Por esta razón, hermanos de la Iglesia Berea, nosotros también armémonos de un solo pensamiento en cuanto al pecado del orgullo y sus deseos; consideremos que el enemigo no es mi hermano o hermana, nuestro enemigo es el pecado que todavía mora en nuestro corazón. Y por tanto, luchemos juntos contra el pecado, en nuestras vidas y en la vida de la iglesia, y oremos al Señor para que él produzca un ambiente de humildad tal en nuestras vidas que el orgullo no tenga como crecer y crear división en nuestra iglesia.

Vamos a orar.     

Padre, nos acercamos a ti en el nombre de nuestro Señor Jesucristo para pedirte que ilumines nuestros corazones para que comencemos a ver cuáles son los frutos del orgullo en nuestras vidas, y convéncenos con tu Palabra de que hemos pecado contra ti y necesitamos de tu ayuda y de nuestros hermanos para cambiar. Padre, queremos vivir humildemente, danos el poder y la obediencia para hacerlo. Y también, pon en nuestra vidas a hermanos y hermanas en Cristo que nos ayuden a ser más como el Jesús, en su servicio humildad y entrega por la necesidad de los otros. Ayúdanos a vivir buscando tú gloria y no la nuestra. Ayúdanos a guardar la unidad de la iglesia teniendo un mismo sentir con nuestros hermanos, un mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa, no haciendo nada por orgullo o por vanagloria, sino que con humildad. Ayúdanos, Señor, a vivir genuinamente interesado por las necesidades de nuestros hermanos, ayudando y perdonando cuando haga falta. Te lo pedimos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Amén.


Algunos recursos más para identificar, luchar y mortificar el pecado de orgullo en nuestras vidas

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