Salmo 97 sigue con el tema del reinado de Dios del salmo anterior (Salmo 96). El salmo 97 pertenece al género de los “salmos reales”, y específicamente, del “reinado divino”. Los salmos que hablan sobre el reinado divino (por ejemplo: 95, 96, 97, 98 y 99) se caracterizan por ser canciones que reconocen a Dios como Rey sobre todo. Salmo 97 desarrolla aún más el tema de la soberanía de Dios que genera respuestas de alegría y adoración. El salmo 97 es una canción que afirma y celebra la realidad de nuestro gran Dios. Además, este salmo abunda aún más en el tema de la inutilidad de los ídolos. El Salmo 97 es una visión del glorioso reinado del Señor y un llamado a vivir con rectitud y fidelidad a Él. En una frase sencilla, el tema de este salmo se puede resumir en la siguiente oración: “Dios, porque confío en tu juicio, ayúdame a huir del mal.”

El salmo se divide en dos secciones:
I.) Jehová como rey universal (vv. 1-6) y
II.) Los pueblos contemplan la gloria de Jehová (vv. 8-12).
I. Jehová como rey universal (vv. 1-6)
1 Jehová reina; regocíjese la tierra,
Alégrense las muchas costas.
2 Nubes y oscuridad alrededor de él;
Justicia y juicio son el cimiento de su trono.
3 Fuego irá delante de él,
Y abrasará a sus enemigos alrededor.
4 Sus relámpagos alumbraron el mundo;
La tierra vio y se estremeció.
5 Los montes se derritieron como cera delante de Jehová,
Delante del Señor de toda la tierra.
6 Los cielos anunciaron su justicia,
Y todos los pueblos vieron su gloria.
Dios reina y en la administración justa y verdadera de su gobierno, la tierra se regocija y las costas se alegran (v. 1). Las imágenes del salmo son magníficas. Las tinieblas, las nubes, el fuego, y los relámpagos se pueden relacionar con las tormentas. El movimiento de la tierra alude a algún terremoto o temblor. La referencia a que los montes se derriten puede asociarse a los volcanes. El salmista utiliza el símbolo de los cataclismos naturales para poner de manifiesto el poder de la gloria de Dios. La tierra se regocija (v. 1a), las costas se alegran (v. 1b), las nubes y la oscuridad (v. 2), el fuego devorará a los enemigos (v. 3), y los relámpagos iluminarán el camino (v. 4).
Es probable que el salmista quería hacer una referencia a las mismas imágenes de la revelación divina a Moisés en el Monte Sinaí (Éx. 19:16-20; 20:18-21), cuando declaró el poder de Dios que se manifiesta en el mundo con justicia, esplendor y gloria. Cuando Dios descendió al Monte Sinaí, fue revelado y oculto por la gloriosa nube de su presencia.

En la primera sección, el salmista está afirmando y celebrando la realidad del reinado de Jehová, nuestro gran Dios y creador. Es una visión del glorioso reinado del Señor en toda la tierra. Justicia y juicio son la cimiente de su trono (v. 2). En la siguiente sección, el salmista nos contará acerca de la reacción de los pueblos a este gran rey y su gloria.
II. Los pueblos contemplan la gloria de Jehová (vv. 8-12).
7 Avergüéncense todos los que sirven a las imágenes de talla,
Los que se glorían en los ídolos.
Póstrense a él todos los dioses.
8 Oyó Sion, y se alegró;
Y las hijas de Judá,
Oh Jehová, se gozaron por tus juicios.
9 Porque tú, Jehová, eres excelso sobre toda la tierra;
Eres muy exaltado sobre todos los dioses.
10 Los que amáis a Jehová, aborreced el mal;
El guarda las almas de sus santos;
De mano de los impíos los libra.
11 Luz está sembrada para el justo,
Y alegría para los rectos de corazón.
12 Alegraos, justos, en Jehová,
Y alabad la memoria de su santidad.
vv. 7-12 Esta sección continúa con el tema de la gloria divina. Y para unir las dos partes del salmo, el salmista incluye una advertencia a la gente que sirve a los ídolos. Solo un Dios creador merece la alabanza del pueblo. Únicamente el Señor que es rey merece la adoración de las naciones. Se contraste la actitud de la gente que adora los ídolos, que deben avergonzarse, y el pueblo que se alegra con el Dios verdadero. Las personas que reciben la gloria del Señor reciben la protección divina (v. 10) y viven con alegría (v. 11).
¿Qué es un ídolo? Es una cosa más importante para ti que Dios. Cualquier cosa que te emocione más que a Dios. Cualquier cosa que buscas que te de lo que solo Dios te puede dar. Salmo 97 nos comparte la importancia de experimentar al Dios vivo y verdadero y así ayudarnos a huir de los ídolos y del pecado. Lo que este salmo está describiendo es que el Señor llega para salvar al mundo. Llega de una vez por todas para hacer nuevas todas las cosas y corregir todo mal. Esto, por supuesto, aún no ha sucedido, y no había sucedido ni siquiera en el momento de escribir este salmo. Los versículos de este Salmo son declaraciones hechas en la fe. A veces puede parecer que el Señor no está reinando ahora. A veces no parece que el Señor esté reinando. Así que el salmista está diciendo, a pesar de todo lo que parece, Jehová reina. El vacío y la necedad de la idolatría quedan expuestos cuando la gloria radiante de Dios penetra la niebla.


El salmista reconoce el poder y la autoridad de Dios no sólo en ámbitos nacionales e internacionales sino en el mundo de las otras religiones (v. 7, 9 “todos los dioses”; “toda la tierra”)
La gente que ama al Señor que es rey y afirma la justicia debe apartarse del mal. (v. 10 “Los que amáis a Jehová, aborreced el mal”) La gloria divina que se pone de manifiesto en el salmo viene para ayudar a los hombres y las mujeres que adoran a descubrir y afirmar las implicaciones concretas de la presencia del Señor.
Este salmo toca el tema de la soberanía y el reinado de Dios. No es un tema secundario en la Biblia. El Dios que es rey cumple sus funciones soberanas con justicia. Nuestro Señor viene de nuevo para gobernar y reinar. A la luz de esa verdad, debería desafiarnos a vivir vidas piadosas que anhelan lo eterno y no lo temporal. Necesitamos odiar la idolatría tanto como lo hace Dios. Necesitamos confiar en Su liberación de la idolatría porque Él nos guarda.
Algunas aplicaciones para nosotros y nuestra iglesia:
1. Salmo 97 nos señala algunas verdades fundamentales sobre quién es Dios y quiénes somos nosotros. Dios reina y es santo y está separado de su creación. Él es increíblemente maravilloso y tiene todo el poder para controlar todas las cosas. Estamos en presencia de un Dios santo y trascendente. Deberíamos agradar a “Dios con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego consumidor.» Hebreos 12:28-29.
2. Salmo 97 nos recuerda de nuestra necesidad de un mediador, alguien que nos limpie del pecado y nos consagre para el santo servicio de Dios. Por la gracia de Dios, tenemos ese mediador en Jesucristo. La Biblia dice que Jesús es un mejor mediador que Moisés. Hebreos 8:6 » Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.» Este mediador es Jesucristo. Jesucristo es la respuesta al misterio de la tensión entre la inmanencia y trascendencia de Dios. Jesucristo es Emmanuel, “Dios con nosotros.” Debido a que Jesús es Dios, posee todos los atributos supremos de Dios. Debido a que Jesús también fue un ser humano, él comparte nuestra humanidad. Él es el único mediador que va y habla con Dios por nosotros y que nos hace lo suficientemente puros como para un Dios Santo. Hebreos 10:10 dice, “En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.” En Jesús, el Dios trascendente es inmanente. El Dios trascendente es inmanente a través de la persona de Su Hijo, Jesucristo.

3. Salmo 97 nos desafía, de nuevo, con el tema de la idolatría. Si hemos experimentado al Dios vivo y verdadero, el Rey de reyes quien reina sobre todas las cosas en la tierra, ¿No deberíamos huir de los ídolos y del pecado? Hay dos preguntas generales que puedan ayudarnos a examinar nuestras vidas para ver si tenemos ídolos. Estas preguntas se merecen una reflexión profunda:
- ¿Que amas realmente? ¿En qué cosa o en quién estás pensando durante todo el día? ¿Qué ha comenzado a gobernar tu vida? ¿Te controla? ¿Qué crees que realmente necesitas para ser feliz? ¿Qué es algo tan importante para ti que harás casi cualquier cosa para conseguirlo? ¿Qué te da miedo perder? ¿Podrías vivir sin eso?
2. ¿En qué confías? ¿A dónde corres en tiempos de problemas? ¿Quién es tu Dios?
Martin Lutero dijo una vez que «todo a lo que su corazón se aferre y confíe, ESE es su Dios«.
«Nuestras decisiones demuestran lo que amamos más» – Justin Burkholder.

El Salmo 97 es una visión del glorioso reinado del Señor y un llamado a vivir con rectitud y fidelidad a Él. Este salmo se puede resumir en la siguiente oración: “Dios, porque confío en tu juicio ayúdame a huir del mal.”
Preguntas de repaso y aplicación:
1. ¿Cómo está conectado el Salmo 97 al anterior?
2. ¿Cuál es la oración sencilla del Salmo 97?
3. El salmista usó varias imágenes de la naturaleza en este salmo. ¿Puedes enumerar algunas de ellas con sus versículos correspondientes?
4. ¿Cuál es la conexión del Salmo 97 con Éxodo 19 y 20?
5. ¿Cuál es la definición de un ídolo?
6. ¿Qué amas realmente? ¿En qué confías?
7. Según este Salmo, ¿cómo será la justicia de Jehová?
8. ¿Cuál es la aplicación principal que nos desafía el salmista?